Hace un mes, cuando se perfilaba el cierre de campañas, el partido del Morena tenía enormes aspiraciones en Oaxaca, ese estado del que muchos de repente recordaron su existencia hace una semana tras los lamentables acontecimientos en Nochixtlán, pues nunca han ido a dejar un poco de sus sueldos para activar la economía de un lugar donde la pobreza duele.
El recuento de los daños tras el doloroso tercer lugar de las huestes lopezobadoristas en esa entidad es digno de análisis. Si eran reales las posibilidades de gobernar, dada la historia familiar del priísta Alejandro Murat y la inoperancia en el gobierno de Gabino Cué, del PRD, hubo un factor que propició que Morena no llegara a gobernar.
Y es que a pesar de que muchos de los adeptos de la CNTE son afines a ese partido, la mayoría de los oaxaqueños está harta de los maestros y los desmanes de sus grupos de apoyo que se distinguen por su excesiva beligerancia y cuando les toca la de perder salen llorando; entonces el palito le salió por el chirrión al dueño de Morena al anunciar, un par de semanas antes de las elecciones, que respaldaban a la Coordinadora, mientras que los jefes de la agrupación llamaron a votar por ese partido. De ahí el silencio posterior.
Si bien las cifras demuestran que en su primera elección el partido Morena tuvo cifras históricas estos números no son suficientes con miras a 2018, porque en provincia definitivamente castigaron al PRI y premiaron al PAN.
Por eso, en cuanto se anunció la detención de dos líderes magisteriales, Andrés Manuel López Obrador ni tardo ni perezoso convocó a una marcha, que se efectuó ayer en la Ciudad de México; condimento extra a favor fue lo ocurrido en Nochixtlán, lo cual reavivó e indignó a muchos de los que, sin simpatizar precisamente con él, acudieron a hacer patente su descontento.
Pero el discurso lopezobradorista pareciera que sólo iba a centrarse en el apoyo a los profesores y la CNTE, pero aprovechó para soltar las velas ahora que el viento está a favor y lanzó las viejas arengas, hasta instó al único optimista en el país en que debe “formar un gabinete de transición para entregar(me) el poder”.
Todos los partidos buscan beneficios de diferentes acontecimientos, pero muchos profesores se desmarcan a tiempo mientras otros se incluyen, si la lógica se repite se puede asegurar que el tabasqueño ayer ya echó toda la carne al asador de una manera muy riesgosa, por la reputación que tiene la sección XXII oaxaqueña. Lo malo, aún faltan dos años para que pueda ver reflejados los resultados que quiere.
Por otra parte, dicen los cercanos a Aurelio Nuño que limitará sus giras en escuelas ante el incremento del descontento magisterial, más ahora que primero les dieron a escoger entre dos calendarios escolares, luego tres y ahora les quieren imponer uno. Sus días en la SEP parecen contados.
Pregunta para el diablo
¿Y el SNTE apá?
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