El 7 de diciembre de 1996, la Zona de Monumentos Históricos de Querétaro fue incluida en la Lista de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), nombramiento que reconoció las cualidades excepcionales y universales, en arquitectura y pluriculturalidad, que tiene la capital de esta entidad.

Para conmemorar el 20 aniversario de la declaratoria internacional, autoridades de los tres niveles de gobierno, así como de organizaciones no gubernamentales, convergieron en el Instituto Queretano de la Cultura y las Artes para analizar los logros obtenidos en dos décadas, así como los retos en materia de conservación y difusión de este legado patrimonial.

“Veinte años no son mucho comparados con los 500 años de historia que Querétaro está cerca de cumplir en 2031, pero sí lo son cuando se piensa en el esfuerzo gubernamental y social que se requiere para preservar un bien que es considerado único para la humanidad”, aseveró Diego Prieto Hernández, secretario técnico y encargado de la Dirección General del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

En representación del secretario de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa, el antropólogo destacó que en el caso de Querétaro, las políticas públicas no sólo deben concentrarse en preservar los bienes culturales de tipo físico, sino también considerar temas de movilidad, medioambiente, industria y crecimiento poblacional, entre otros, propios “de un territorio vivo”.

Con esta misma idea coincidieron Graciela Mota Botello, presidenta del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) México; Alejandra Gámez Gaitán, representante de la directora de la oficina de la UNESCO en México, Nuria Sanz; Marcos Aguilar Vega, presidente municipal de Querétaro, y Fausto Márquez Vela, director del Instituto Municipal de Planeación, quien recordó que de los 34 bienes que México tiene inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial del referido organismo, 10 corresponden a centros históricos, lo que, dijo, coloca a Querétaro en una élite nacional.

Además de ser una región clave de episodios como la Independencia, la guerra entre México y Estados Unidos, el Segundo Imperio y el Constitucionalismo, los expertos recordaron que, acorde con los estatutos de la UNESCO, Querétaro cumple con dos criterios que lo vuelven un sitio digno de ser preservado; el primero está en su traza urbana y los múltiples estilos arquitectónicos que presenta, como efecto de la convivencia entre población española, otomí y chichimeca, entre otras culturas.

Detallaron que, de acuerdo con el segundo criterio de inscripción (correspondiente al inciso cuatro de los seis manejados por la UNESCO), la ciudad constituye un ejemplo significativo de paisajes arquitectónicos y construcciones que ilustran el devenir humano en épocas específicas, como son los siglos XVII y XVIII.

Posteriormente, Diego Prieto participó junto con Arturo Balandrano Campos, coordinador nacional de Monumentos Históricos del INAH, y Ernesto Becerril Miró, secretario general del ICOMOS México, en una mesa de diálogo enfocada a temas como la legislación y gestión de bienes cultuales en el país.

En dicho encuentro, el secretario técnico del INAH habló de la importancia que, a un año de la creación de la Secretaría de Cultura, representa garantizar el derecho de todos los mexicanos, sin importar su estrato social, al conocimiento y disfrute de su patrimonio cultural; tarea en la cual, señaló, resultará clave el papel del INAH como la institución que, junto con sus 187 zonas arqueológicas, opera la mayor red de museos en el país, con 121 recintos, además de que es la única dependencia en el sector que cuenta con oficinas de atención en todas las entidades de la República.

Arturo Balandrano hizo una recapitulación de la firma que México hizo, en 1972, de la Convención del Patrimonio Mundial y de los bienes culturales, naturales, mixtos e inmateriales que a partir de 1987 ha inscrito en la lista de la UNESCO; por medio de los cuales, “el país se posiciona como la nación latinoamericana líder y se coloca en el séptimo lugar mundial en cuanto a número de registros”.

Destacó que además de su Centro Histórico (el cual comprende 4 km2 y un total de mil 400 monumentos protegidos por el INAH), Querétaro tiene bienes edificados, como las Misiones Franciscanas de la Sierra Gorda y los Lugares tradicionales otomí-chichimecas de la Peña de Bernal; asimismo, es parte del conjunto de sitios comprendidos en el Camino Real de Tierra Adentro.

Finalmente, Ernesto Becerril habló acerca de la importancia de generar trabajo coordinado entre autoridades y organismos consultivos internacionales en las decisiones que tienen que ver con la conservación de los lugares declarados por la UNESCO, tales como sostenibilidad y preservación de los valores originalmente postulados, así como de la necesidad de dar una voz efectiva a la ciudadanía al interior de todas las políticas públicas aplicables a los sitios patrimoniales.

Imagen de: Inah