La caravana migrante es un desafío para México y una oportunidad para apoyar a los centroamericanos, opinó la Arquidiócesis de México.
Para la iglesia católica, ningún ser humano es ilegal, y esta manifestación legítima de miles de personas que buscan su supervivencia o un mínimo de decoro en su estilo de vida, debe ir más allá.
Si bien la iglesia católica no puede dejar de señalar que la movilización humana, tanto en América Central como en México, constituye sólo la punta del iceberg del sufrimiento de millones de personas a causa de la pobreza, injusticia, violencia, corrupción y falta de oportunidades, no es momento de culpar a nadie.
“Por lo pronto, en estos momentos, para los mexicanos el mayor reto consiste en no ver en la caravana migrante una amenaza a nuestro bienestar, sino una oportunidad de servir cristianamente a quienes lo han dejado todo por alcanzar una vida más digna”.
"En la migración, no son números los que están juego, sino vidas humanas" como lo menciona constantemente el papa Francisco.
Redacción