La tendencia hacia el calentamiento global sigue aumentando. El finalizado mes de agosto ha sido el más cálido que la media en casi todo el planeta. Las temperaturas estuvieron 0,53º C por encima de lo habitual, y fueron sólo 0,04º C más bajas que las de agosto de 2016, el más caliente en los registros del servicio para el Cambio Climático de la agencia europea Copernicus.

El servicio también ha compartido los datos para la temporada de verano en el hemisferio norte. En Europa ha sido el cuarto verano más cálido con temperaturas de 1,1 º C por arriba de la media, empujado por el récord absoluto del mes de junio.

Según las estimaciones del meteorólogo Etienne Kapikian del servicio francés Meteo France, el pasado verano boreal ha sido el más cálido jamás registrado por la agencia europea con 0,55º C por encima de la media histórica, frente a los 0,51 º C de 2016 y los 0,43 º C de 2017. Los registros de Copernicus se mantienen desde 1979 y cada año no hacen más que aumentar.

El mapa de anomalía de temperaturas para agosto refleja grandes contrastes, con un mes mucho más cálido que lo habitual en algunos puntos del planeta, y zonas con temperaturas mucho más bajas que el promedio como el norte de Estados Unidos, partes de Canadá, el sur de Groenlandia o el noreste de Europa.

En cuanto al año en curso desde enero, también ha sido más cálido de lo normal en la mayor parte del mundo, excepto en zonas localizadas como el norte de Estados Unidos y el centro de Canadá, Asia Central o el sur de Australia y partes de la Antártida. El verano ha sido más fresco de lo habitual en el oeste de la Península Ibérica y el noreste de Marruecos.

En general la serie histórica muestra una clara tendencia al calentamiento global, un poco menos marcada en Europa que a nivel global, sin embargo estos cambios están presentes en menor o mayor medida en diversas partes del planeta.

Cabe señalar también que a pesar del episodio de deshielo que sufrió Groenlandia y la temporada especialmente cálida al oeste de Alaska, los datos muestran que 2019 todavía no ha batido el récord de deshielo Ártico del año 2012, aunque la tendencia es a una pérdida del hielo del Círculo Polar Ártico y en los últimos años, también en la Antártida.