Antoine Griezmann no termina de conectar en Barcelona. El francés está intentando adaptarse al equipo, pero no terminan de salirle las cosas pero ciertamente ha estado irregular, dejando buenas sensaciones ante el Betis y malas como ayer ante el Inter de Milán (2-1). Así la sociedad con Messi podría ser uno de los problemas que debe solucionar el ariete.
Ambos han dicho en rueda de prensa (el último en hacerlo ha sido el argentino) que "no hay ningún problema" entre ellos, no obstante, en el césped no da esa sensación y las estadísticas demuestran que todavía no se entienden, o que al menos no conectan.
En las dos jornadas de Champions League, Griezmann solo le ha dado cuatro pases a Messi (dos en cada partido), mientras que Lionel le ha dado cinco (dos ante el Borussia Dortmund y otros tres ante el Inter de Milán).
Lo que llama la atención es que Messi no ha tenido estos problemas de conexión con otros futbolistas. Un claro ejemplo es Ousmane Dembélé, que solo ha participado 28 minutos en la segunda jornada (y cero en la primera), recibió cinco pases del argentino. Es decir, que Messi le ha dado a Griezmann cinco pases en los 97 minutos que han coincidido en el campo, los mismos que a Dembélé, que jugaba en la misma banda que Griezmann, en tres veces menos tiempo.
Tampoco se trata de que el rival acierte cuando alguno de sus jugadores intenta jugar el balón con un compañero, pues Messi ha completado 75 pases de 89 intentados (tiene un 84,27% de acierto), mientras que Griezmann registra 67 pases buenos de 82 (con un 81,71% de acierto).
Pero los números demuestran que simplemente no se encuentran en la cancha, al menos si no utilizan a Luis Suárez de puente, al que le han pasado en esos dos partidos 16 veces entre los dos. En realidad el tridente no conecta si no pasa antes por las botas de Suárez, algo que parece ser el nuevo problema de Ernesto Valverde.
