El sábado pasado se reunió por primera vez, desde que lo eligieron en enero, el Consejo Político Nacional del PAN.
Se vieron las caras y frente a frente los tres presidenciables. El dirigente nacional Ricardo Anaya, la esposa del ex presidente Calderón, Margarita Zavala y el ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.
Lejos de garantizar que saldrán como uno solo para las elecciones presidenciales de 2018 prevaleció un intenso debate, las descalificaciones simuladas y una severa oposición interna.
Nada nuevo en un partido democrático que además lo presume, lo peligroso es que los señalamientos se vuelven personales y provocan heridas profundas que será muy difícil cicatrizar en un corto plazo.
Resolvieron que un día después de las elecciones del próximo 4 de junio en el Estado de México, Coahuila, Nayarit y Veracruz, los panistas echarán toda la carne al asador en la presidencial de 2018, cuando en realidad lo están haciendo en este momento y meses atrás, no cambiarán en 4 semanas.
El debate fue acalorado, tanto que precipitó un acuerdo político para cerrar filas en torno de Josefina Vázquez Mota, Guillermo Anaya y Antonio Echevarría, candidatos postulados en esas entidades, y ventilar lo concerniente a 2018 en los órganos institucionales.
Un ejemplo de la lucha interna fue cuando el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa acusó al líder nacional del PAN, Ricardo Anaya, de ser “un árbitro parcial a su favor” y su propio delantero de cara a la definición de la candidatura presidencial rumbo a 2018.
Calderón Hinojosa respondió así a la unidad propuesta por Anaya Cortés:
“Si por el contrario prevalecen condiciones inequitativas pueden poner en riesgo la unidad de Acción Nacional, dicho en otras palabras, el presidente del partido (Ricardo Anaya) tiene el respaldo para que vayamos unidos, sí, pero él es el quizá el que está más en falta para la unidad del PAN.
“Necesitamos un árbitro imparcial, mientras él sea un árbitro parcial en su propio favor, y en lugar de ser un juez justo, sea juez y parte, mientras además de árbitro sea su propio centro delantero”, está en riesgo la unidad, advirtió.
Insistió que la equidad implica que los recursos del partido se distribuyan equitativamente, que los spots publicitarios, que son más de un millón de impactos al año, en lugar de destinarse a una sola persona o a un solo aspirante.
“Propondría que todos los spots del partido apoyen a nuestros candidatos en el Estado de México, en Coahuila, en Nayarit y en Veracruz, que los rostros que se vean, y las voces que se oigan en radio y televisión sean las de Guillermo Anaya, las de Josefina Vázquez Mota y las de Antonio Echevarría y los candidatos en Veracruz, porque ellos son el rostro de Acción Nacional en este momento y esa es la voz que tiene que escucharse”, dijo.
Dos horas antes de esa declaración, Anaya Cortés señaló que el PAN tiene la responsabilidad histórica de llegar unido y fuerte para derrotar al PRI y al populismo de Andrés Manuel López Obrador en 2018.
Llamó a los integrantes del órgano de deliberación del partido a redoblar esfuerzos para ganar las elecciones locales en el Estado de México, Nayarit y Coahuila en 36 días.
Otros dispuestos a fijar su posición con fuertes declaraciones fueron Margarita Zavala de Calderón y el poblano Rafael Moreno Valle, porque cada uno propone métodos opuestos para elegir al candidato Presidencial.
Ella pide que sea una designación directa del Consejo a partir de los resultados de las encuestas y el ex gobernador de Puebla exige que escuchen a sus bases y sean estas quienes elijan al próximo candidato Presidencial del PAN.
Moreno Valle, reiteró que por ningún motivo puede haber una designación para el abanderado.
“Sería un gravísimo error y estaríamos en contra de una designación, nuestro equipo lo que busca es darle fuerza al militante, que vayamos por el método ordinario y si ese tema se discute les aseguro que la mayoría de los panistas van a buscar que se respete el voto del militante y que elijan a su candidato a la Presidencia”, aseguró.
Insistió en que Anaya Cortés debe definir sus aspiraciones porque no se puede tener un cargo en el partido y ser aspirante presidencial.
Ese es el panismo de hoy, el que acaricia y puede regresar a Los Pinos y saben perfectamente que solo unidos ganarán, pero lo viven en medio del encono entre los grupos y los personajes.
La generosidad y los valores del PAN no prevalecen y sin ellos su camino a Palacio Nacional será imposible.
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