Ayer eran minutos más de las 11 de la mañana, cuando trascendió que la administración de Donald Trump está considerando una orden ejecutiva para retirar a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). De inmediato eso generó la depreciación del peso frente al dólar y más tarde la administración estadunidense anunció su propuesta de reducir las tasas de impuesto sobre la renta de las personas físicas y las corporaciones.
El proyecto de orden ejecutiva se encuentra en las etapas finales de revisión y se podría dar a conocer a finales de esta semana o principios de la próxima, precisaron funcionarios de la Casa Blanca. “El proyecto, que aún podría cambiar en los próximos días, a medida que más funcionarios intervengan, indicaría la intención de que la administración podría retirarse del Tratado”, señala la publicación Politico.com La orden ejecutiva estaría diseñada para conseguir mejores términos con México y Canadá, según el informante y más tarde un funcionario de alto rango confirmó a Reuters que el gobierno de Trump evalúa el decreto.
Ayer mismo el Presidente Enrique Peña Nieto se reunió de emergencia para tratar el tema con sus secretarios José Antonio Meade y Luis Videgaray de Hacienda y Relaciones Exteriores, estudiaban la posibilidad de fijar una posición ante la amenaza de Trump.
Horas más tarde, senadores republicanos se lanzaron contra la posibilidad de una orden ejecutiva del Presidente Donald Trump para que Estados Unidos abandone del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), advirtiendo de profundas efectos negativos en la economía del vecino del norte. “Pienso que tendría consecuencias profundamente negativas si nosotros simplemente abandonáramos el TLC”, manifestó el senador por Texas, John Cornyn, número dos en liderazgo republicano en el Senado, en un evento público en el Woodrow Wilson Center.
Es una amenaza más de la gestión Trump a México que muestra sus deseos de tenernos de rodillas, tanto que funcionarios mexicanos como Luis Videgaray advirtieron que si no se respeta el libre comercio y se quieren imponer condiciones extremas, lo mejor para nuestro país será dejar el TLC. Dentro de su política fiscal, el presidente Trump propuso ayer una reducción de las tasas de impuesto sobre la renta de las personas físicas y las corporaciones, reduciendo el número de impuestos individuales a tres: 10 por ciento, 25 por ciento y 35 por ciento.
La administración pretende eliminar impuestos sobre los primeros 24 mil dólares de las ganancias de una pareja, además de solicitar reducir las deducciones por interés hipotecario y contribuciones de caridad.
En México se respiró con tranquilidad cuando se supo que la Casa Blanca no incluyó en su plan un impuesto especial para importaciones, que se había mencionado para reducir el déficit en los ingresos de Estados Unidos.
En lugar de ello, se dijo, buscarían mayores apoyos para que las empresas estadounidenses se queden en la Unión Americana y no irse a otras naciones. De esa forma piensan contribuir a su plan “compra americano, contrata a americanos”. El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, fue el responsable de presentar el proyecto, al cual calificó como “el mayor recorte de impuestos” en la historia del país.
Sólo que será el Comité Conjunto sobre Tributación el primer filtro en el Congreso sobre esta reforma y habrá problemas porque no será fácil compensar las reducciones con otros ingresos que espera el gobierno de Trump.
El empresario sufrió un revés en su búsqueda de que el Congreso aprobara presupuesto para la construcción del muro fronterizo, lo que aumentó el riesgo de que un plan fiscal con altos impuestos a la importación de mercancías se convierta en el medio para que Estados Unidos logre que México cubra el costo de la barda, por lo pronto ayer este escenario no se cumplió.
Este momento económico no es el mejor para México por la incertidumbre que genera la posibilidad de que no se apruebe el plan fiscal o se aplique un aumento al impuesto de importaciones y la orden ejecutiva del retiro de EU del Tratado de Libre Comercio, que ayer de inmediato, sólo con un trascendido, repercutió en el valor del peso frente al dólar.
Trump tuvo un principio de semana desastroso para su política, a tres de que cumpla los primeros 100 días de mandato eso parece hacerlo más peligroso y por supuesto siempre voltea los ojos para desquitarse con México como lo ha hecho desde su campaña.
Los próximos días serán importantes para nuestro país que tiene en el TLC una gran herramienta económica y también a un vecino que está empeñado en que los mexicanos paguemos sus ocurrencias y su política fiscal.
El ambiente de las relaciones México-Estados Unidos esta tenso y nublado.
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