Twitter: @julio_rios

En la democracia lo único igual de preocupante que un gobierno decidido a destruirla, es la ausencia de una oposición a la altura de las circunstancias históricas.

Parece que a quienes integran la oposición partidista no les ha caído el veinte del adversario poderoso que están enfrentando. Hay una frase que señala que no se pueden esperar resultados diferentes cuando se sigue haciendo lo mismo de siempre.

En días pasados vimos a un conjunto de políticos, de esos que no mueven un solo voto en las calles y que no se les recuerda por trabajar con las bases, y que más bien han llegado a los espacios a través de acuerdos cupulares por la vía de la representación proporcional (mejor conocida como plurinominal), acompañados de intelectuales a los cuales respetamos por sus grandes aportaciones a la discusión pública del país, pero que solo son conocidos en el círculo rojo. Todos ellos estuvieron presentando una enésima plataforma llamada México Colectivo (antes fueron México Libre, Si por México o Va por México. Por creatividad no paramos).

Entre sonrisas (como si en este país hubiera motivos para sonreír), estos personajes de la política cupular partidista, se dejaron fotografiar y a los cuatro vientos lanzaron una invitación a la sociedad para unirse a la conformación de un gran (así de pomposo) documento colectivo (otro más) con el fin de integrar un diagnóstico (como si hiciera falta a estas alturas) y una propuesta de país (esa si, ausente tanto en la oposición como en el régimen).

Pronto, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas se desmarcó de este proyecto (ligado por cierto a Movimiento Ciudadano) y con eso, hay que decirlo, le dio la puntilla. El tres veces candidato presidencial mató (antes de nacer) a este Colectivo por México. Aunque luego se sacarán otra idea de la manga.

Pero todo esto que parece más bien anécdotico, es el punto de partida (por supuesto lo digo con ironía, dados los antecedentes mencionados) para mí reflexión: ¿Están locos en la oposición para seguir perdiendo el tiempo? ¿De verdad no se dan cuenta que siguen haciéndole el caldo gordo a López Obrador y al régimen? ¿No hay nada que los saque del marasmo?

A este paso, por supuesto que Morena va a ganar en 2024. ¿Y saben quién tiene culpa también? La oposición.

Sí. Porque nomás se la pasan lanzando colectivos, plataformas, eventitos para la foto y la sonrisa; presentando a los mismos personajes de siempre (algunos aborrecidos) o incluso sacando momias políticas de sus sarcófagos para advertir que "ya regreso fulano y sutano" y que ahora sí se agarre Lopez Obrador, mientras que los morenistas se carcajean y el presidente, como en las mañaneras, pone la famosa canción de Chico Ché: "Uy que miedo, mira como estoy temblando".

Y mientras Morena está en un día de campo, algunos personajes de la oposición siguen alcahuetando aspiraciones guajiras que no llegan ni al 6 o 7 por ciento, en lugar de agruparse ya en torno a uno, o dos personajes que tengan posibilidades reales y dejarlos subir a la pasarela. Porque si no, el tiempo se los va a comer. En ocho meses un candidato no crece. Acuérdense de Meade, que lo colocaron de última hora en la pista, para intentar alcanzar a todos los demás que ya llevaban bastantes vueltas de ventaja.

Y es así como vemos en las redes la fotografía, de "Alito" Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano diciendo que la alianza entre PRI-PAN-PRD va, porque "así lo quiere la gente", como si de verdad, con los ciudadanos fuéramos ingenuos para pensar que estos personajes son esos rostros frescos preocupados por el bienestar del país que intentan aparentar.

¿No será más bien que en realidad ni siquiera están preocupados por ganar la elección de 2024? ¿No será más bien que lo que quieren es administrar la derrota y repartirse espacios "plurinominales" y cargos de consolación entre ellos y sus allegados?

La oposición luce extraviada. Continúa divagando mientras las Corcholatas (violando la ley, por supuesto) siguen creciendo. Hasta parece que quieren perder de "adrede". Es más, parecen cómplices.

Tanto así, que lo que pase en 2024, la oposición obtusa también tendrá mucha culpa. Recuérdelo bien, usted que hace el favor de leerme.