Un viejo priista, de esos que está seguro que, pase lo que pase, morirá con esa militancia que heredó de sus padres y lo llevó al poder, advertía que muchos de sus compañeros han pensado en dejar su militancia y otros poco a poco lo empiezan a hacer, es una sangría diaria, lamentó.
“El partido nos abandonó hace tiempo, los militantes no se sienten comprometidos a seguir en él”, explicó.
Los hechos son contundentes y con distinto origen e influencia, en algunos casos silenciosos y en otros ostensiblemente públicos, pero la emigración de la militancia tricolor a otros partidos para seguir con lo único que saben hacer: política, llama la atención, aunque parece que ello no preocupa a sus dirigencias local y nacional.
En unos días, un viejo operador electoral, cuando empezó los conocían como alquimistas, José Alarcón Hernández aceptó la representación ante las autoridades electorales del neopanista Compromiso por Puebla.
Pepe es un conocedor a detalle de los documentos básicos del Revolucionario Institucional y sabe que está decisión era automáticamente su expulsión, lo asumió como tal, no sin declarar que profesaba aún la fe tricolor.
Días después, el aún priista Javier López Zavala promovió en redes su aparición pública en un evento del presidente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, durante un recorrido que realizó por Jilotepec, Veracruz.
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<blockquote class="twitter-tweet" data-lang="es"><p lang="es" dir="ltr"><a href="https://twitter.com/lopezobrador_">@Lopezobrador_</a> tercer día en <a href="https://twitter.com/hashtag/Veracruz?src=hash">#Veracruz</a> acude <a href="https://twitter.com/JavierLZavala2">@JavierLZavala2</a> excandidato <a href="https://twitter.com/hashtag/Puebla?src=hash">#Puebla</a> <a href="https://twitter.com/24hpue">@24hpue</a> <a href="https://twitter.com/FerMaldonadoMX">@FerMaldonadoMX</a> <a href="https://t.co/yFsH1d9fSJ">https://t.co/yFsH1d9fSJ</a> <a href="https://t.co/mWXXxEUYxz">pic.twitter.com/mWXXxEUYxz</a></p>— FotoJarocha.com (@fotojarocha) <a href="https://twitter.com/fotojarocha/status/835211952351772672">24 de febrero de 2017</a></blockquote>
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El ex candidato a la gubernatura del estado de Puebla confirmó en conferencia de prensa ayer domingo que fue invitado de López Obrador y destacó que coincide con sus propuestas para el país.
El 17 de febrero, López Zavala no descartó militar en un futuro en Morena y ya sea con el respaldo de este partido o por la vía independiente buscará una vez más la candidatura al gobierno del estado de Puebla en 2018 para lo cual cuenta con un movimiento estatal llamado “Recuperemos Puebla”.
“La gente dice que ‘ya gobernó el PRI y no lo están haciendo como queríamos’, ‘ya gobernó el PAN y no cumplió’; entonces, ven seriamente en Andrés Manuel a una persona que puede sacar al país adelante (…) Yo veo la oportunidad de que juntos podamos construir la fuerza suficiente para sacar de Casa Puebla a estos pillos”, insistió el primer priista que perdió la gubernatura poblana.
López Zavala tiene como pecado político haber obedecido abnegada y ciegamente las directrices de su maestro e impulsor Mario Marín, quien fue el verdadero perdedor de las elecciones de 2010.
Su ruptura le permitió al chiapaneco vincular y establecer una alianza política con Rafael Moreno Valle durante su sexenio, el cual terminó y no hay más compromisos.
Su acercamiento con López Obrador no es nuevo y éste requiere en los estados estructura, la que no han podido construir desde Morena y está dispuesto a negociar para que haya miles de personas cuidando las urnas y sus votos, no por ello recibirá la gubernatura pero se juegan también senadurías, diputaciones federales y locales y presidencias municipales.
En 2012, López Obrador ganó las elecciones presidenciales en Puebla y la panista Josefina Vázquez Mota quedó en un lejano tercer lugar.
Amarres como el de Zavala con López Obrador no son coincidencia.
Si el PRI no les ofrece nada, el excandidato a la gubernatura buscará darle salida y opciones a sus seguidores, el PAN está copado y el PRD tiene otros dueños y pocas opciones de triunfo. Por eso su interés en Morena.
Otros priistas, como José Alarcón, van por posiciones más discretas pero que le reditúan beneficios económicos y puestos burocráticos, como el Colegio de Puebla.
Durante años fue delegado del PRI en el Estado de México y conoce a la clase política y al Presidente Peña Nieto personalmente, pero le quitaron la delegación de Educación Pública y no tuvo más que refugiarse en la administración de Moreno Valle, por eso aceptó la representación de Compromiso por Puebla que preside Ángel Trauwitz.
Son dos ejemplos de que los priistas están emigrando a otros partidos, son políticos y buscan opciones para mantenerse en el poder, además de que no los toman en cuenta ni los escuchan.
El PRI no vive sus mejores tiempos y temen que en Puebla quede en un lejano tercer lugar.
Nada los compromete a mantenerse como fieles militantes del PRI y por ello seguiremos atestiguando cómo abandonan sus filas.
Algunos silenciosamente y otros anunciándolo en conferencias de prensa, lo cierto es que se van.
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