Columna: El Meollo del Asunto.
Por: Daniel Valles.
Entre los países felices del orbe, México ocupa el lugar 25, de acuerdo a un estudio que la ONU elaboró con motivo del Día Internacional de la Felicidad. El pasado 20 de marzo lo hizo público e informó sobre cuáles son los países "más felices" del mundo. “Liderando el ránking está Noruega, que le ha arrebato la primera posición a Dinamarca y ha subido del cuarto puesto del pasado año al primera. Obtiene una nota de 7,537 sobre 10”. Se lee en el comunicado.
Las causas para esta “felicidad” de acuerdo al informe son:
“el PIB per cápita, la esperanza de vida media, el apoyo que se percibe en el entorno social, la libertad para tomar decisiones o la confianza en el Gobierno y las empresas respecto a la corrupción. Tras Noruega le siguen Dinamarca (7,522), Islandia (7,504) y Suiza (7,464).
Estos países han valorado que su felicidad depende sobre todo de la libertad, la salud, el buen gobierno, los ingresos y la generosidad. Continúa la lista con Finlandia (7,469), Países Bajos (7,377), Canadá (7,316), Nueva Zelanda (7,314), Australia (7,284) y Suiza (7,284).
Todos los países nórdicos ocupan las 10 primeras posiciones de los más felices del mundo, algo que corresponde, además, con las rentas más altas del mundo”.
Hasta ahí con el informe que lo puede encontrar a través de cualquier buscador de Internet.
Aquí le dejo una liga. http://www.elconfidencial.com/multimedia/album/alma-corazon-vida/2017-03-20/paises-mas-felices-mundo-noruega-dinamarca-nordicos-espana_1351440#0
Reírse no es sinónimo de felicidad, ni de que todo va bien en la vida de quien se ríe. De hecho, la risa muestra la debilidad, dolor o el miedo de quien se ríe.
“El investigador de la Universidad de Oxford Robin Dunbar descubrió también que la risa contribuye a aliviar el dolor, posiblemente porque activa la liberación de endorfinas, los neurotransmisores que están asociados con la existencia de una sensación de bienestar”.
“Sophie Scott, neurocientífica del University College de Londres, comenta en relación a sus años de estudio de por qué la risa es tan importante, señala que la risa en la gente es muchas veces mal interpretada. Se toma por una felicidad que no necesariamente está ahí.
Sus investigaciones mostraron que todos podemos reconocer seis emociones universales, sin importar la cultura -miedo, ira, sorpresa, disgusto, pena y felicidad- basándonos en las expresiones faciales”.
Entonces, la risa de Javier Duarte no es necesariamente como la han interpretado comentaristas, personas y gente del común, que aseguran se ríe porque Javier sabe que no irá a la cárcel. Se ríe de miedo y de acuerdo a la investigadora, se ríe para mantener contacto social con la gente que le ve y para liberar el estrés que tiene acumulado en su interior.
Quienes han visto en la risa de Duarte una desfachatez enorme y complicidad del sistema, de entrada pudieran estar equivocados. Sus fobias y su ideología les han traicionado para ver el hecho como lo que es. La aprehensión de un pillo corrupto que ha ocasionado un daño patrimonial enorme al estado de Veracruz. Tienen la vista nublada por ello.
Javier Duarte y otros pillos como él, que se han reído a la hora de ser detenidos y expuestos ante la opinión pública refleja muchas emociones y no seguridad de que nada les va a acontecer o que se van a librar fácil de lo que les aconteció. Sufren de lo que el Trastorno Disociativo Transitorio, que de acuerdo al DSM V (El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (en inglés, Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, abreviado DSM), editado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría), que disocia o separa la realidad. “Como la serpiente de cascabel agita su cola o el león ruge para ahuyentar al rival. Es una manera en la que el cerebro maneja el cuerpo para evitar o alejar de un peligro potencial”, según la psicóloga juarense, Patricia Aragón.
"La risa parece algo trivial, efímero y sin demasiado sentido", afirma, "pero nunca es neutral. Siempre esconde algún significado".
Sophie Scott, neurocientífica investigadora del University College de Londres.
Javier Duarte ríe porque se ha dado cuenta de que el camino del corrupto, del pillo, del ladrón, es oscuro y no deja ver. Por eso no sabe con qué tropieza y cómo tropezó. De ahí que ríe. Es como cuando alguien se cae y todos ven que se cayó. El primero en reír es quien se cayó. Se ríe de nervios, para dejar salir el estrés, de miedo, de vergüenza. Ahí El Meollo del Asunto.
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