El presidente municipal de Atzitzintla, José Isaías Velázquez y cinco de sus policías municipales, vinculados con el plagio y homicidio de tres elementos de la Fiscalía de Secuestros y Delitos de Alto Impacto (FISDAI), fueron detenidos, internados en el penal de Tepexi y puestos a disposición de un juez de control.
Los delitos por los que están acusados son graves, como lo es también su actuación política y el hecho de que llegó a tal nivel la corrupción.
Estaba coludido con grupos delictivos del crimen organizado, dedicados a los secuestros y el robo de combustible por lo menos. Lo hizo porque se siente protegido por sus padrinos políticos: el senador Luis Miguel Barbosa –que hoy puede renunciar a la coordinación perredista en la Cámara de Senadores-, la dirigente Socorro Quezada y el operador Erick Cotoñeto.
Los tres se han ostentado y vivido los últimos años como dirigentes y dueños del Partido de la Revolución Democrática en Puebla.
Es el golpe más severo al crimen organizado que se haya dado en lo que va del siglo –antes detuvieron en la entidad a capos pero jamás a una banda de decenas de personas con vínculos políticos y sociales tan amplios como en esta ocasión- la autoridad actuó a fondo y sin que le temblaran las piernas.
El gobernador Tony Gali destacó que la corrupción y la impunidad se contrarrestan con transparencia y unidad de los tres órdenes de gobierno; insistió que no permitirá que el estado caiga en manos de la delincuencia y la combatirá frontalmente.
“Pusimos un ejemplo, se da un duro golpe, no un golpe de timón porque sabemos hacia dónde vamos; se da un duro golpe mostrando que cuando vamos unidos: federación, estados, municipios y ciudadanos, sí se puede”, subrayó.
Todo empezó la mañana del miércoles 9 de marzo, policías ministeriales investigaban un secuestro ocurrido en Ciudad Serdán y llegaron hasta Atzitzintla, donde se enfrentaron con un grupo armado en calles céntricas de ese municipio alrededor de las 11 horas. Los agentes fueron sometidos por al menos 10 sujetos armados y llevados por la fuerza en diversos vehículos. Fuentes oficiales de Veracruz indicaron que a las 12:10 horas, personal de la Fiscalía General del Estado de Puebla informó a la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz que los agentes fueron trasladados a bordo de una camioneta Dodge color rojo, por lo que solicitó su apoyo para localizarlos. A las 15:30 horas, en el municipio de Maltrata, Veracruz, fue localizada la Dodge Ram con las características reportadas, “encontrándose en la batea de la misma tres cuerpos cubiertos con plantas secas de maíz”, informó el gobierno veracruzano.
En Puebla, el viernes integrantes del gabinete se Seguridad detallaron que los responsables del crimen fueron los integrantes de la banda de “Los Buchanan's”, una escisión de Los Zetas, dedicados al secuestro y robo de hidrocarburo.
De acuerdo a las primeras investigaciones autoridades de la Fiscalía señalaron que fueron los propios policías municipales quienes detuvieron a los agentes e informaron a la banda delictiva de su presencia, ya que tenían órdenes, del presidente municipal y de regidores, de dejar delinquir al grupo mencionado.
Originalmente entre los detenidos estuvieron dos menores de edad y cinco mujeres; les fueron aseguradas 16 armas largas, cinco cortas, tres granadas de fragmentación, uniformes tácticos y cuatro mil 600 cartuchos útiles de armas largas y 30 vehículos, entre blindados y de lujo dedicados al robo de hidrocarburo. Quedaron puestos a disposición de un juez de control 65 personas, entre ellos el edil y los policías municipales, 12 más fueron puestos en libertad con las reservas del caso y 8 menores entregados a sus familiares. En el operativo, que empezó desde las 11:30 horas del jueves y concluyó la madrugada del viernes, participaron 500 elementos de la Policía Estatal, Fiscalía, Policía Federal, Secretaría de la Marina y de la Defensa Nacional.
Bandas criminales como esta no pueden operar en regiones como la señalada sino cuentan con la complicidad y tolerancia de las autoridades, este fue el caso y no están involucrados solo policías municipales, sino incluso regidores y el mismo alcalde.
Los políticos llegan a ser tan osados porque se sienten protegidos por sus fuertes relaciones políticas, es el caso del presidente de Atzitzintla, el perredista José Isaías Velázquez, quien en los últimos años encontró el respaldo y la protección del senador Barbosa, la diputada Quezada y Cotoñeto.
Al primero le pagó religiosamente los moches por las obras que le conseguía, lo que ha hecho el senador con otros alcaldes poblanos, que fueron precisamente quienes dan su respaldo, con recursos y movilización de contingentes, a favor de la presidenta perredista, Socorro Quezada.
La instrucción que se originó desde Casa Puebla fue ir tras los responsables sin que mediara ningún interés más que brindar seguridad a los poblanos.
Tony Gali reconoció la labor del personal de la Fiscalía General del Estado, la Secretaría de Seguridad Pública, de la Gendarmería, de Secretaría de la Defensa Nacional, y de la Marina y la Armada de México, quienes participaron en este operativo.
Puntualizó que los tres agentes de Investigación de la Fiscalía de Secuestro y Delitos de Alto Impacto (FISDAI), que perdieron la vida mientras realizaban su trabajo, son héroes, así como los elementos que día y noche suman esfuerzos para desarticular estas bandas delictivas.
Esta lucha no termina, pero es importante reconocer que hay decisión para ir a fondo y castigar a los responsables, sin importar influencias ni padrinazgos políticos.
La lucha contra el crimen organizado en Puebla va en serio y hasta donde tope.
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