El tema del robo de combustibles de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) no es nuevo ni privativo de una sola región, afecta a 25 estados de la República. Los hechos del 3 de mayo en Palmarito Tochapan obligaron al Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, a ordenar una estrategia que involucra a distintas dependencias federales y gobiernos estatales para abatir el delito.

El problema no se resuelve con buenos deseos.

Un ingrediente más este semana fue la publicación en redes sociales, retomada por medios tradicionales de comunicación, de videos grabados por los pobladores de Palmarito con el dramático cuadro de una ejecución extrajudicial de un soldado a un presunto delincuente tirado en el piso y quien se supone mató antes por la espalda a un militar.

En Hermosillo, Sonora, el General Secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, afirmó el viernes pasado que el Ejército acatará los resultados que arrojen las investigaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre el enfrentamiento registrado en Puebla donde presuntamente un militar ejecutó a una persona.

El robo de hidrocarburos a las redes de Pemex de ningún modo es responsabilidad del Ejército ni de las Fuerzas Armadas, “es de los gobiernos, es un asunto que deben resolver los gobiernos (de los estados y federación)” precisó el jefe militar.

Ayer, el diario Reforma informó que militares de la 25 Zona Militar, acantonada en Puebla, también grabaron el enfrentamiento con huachicoleros.

“Las compañías de esa jurisdicción militar, al mando del General Raúl Gámez Segovia, experto en inteligencia castrense, recibieron desde finales de 2015 e inicios de 2016 cámaras GoPro de videograbación adaptadas a sus cascos a fin de contar con ´evidencia´ grabada de sus operativos contra la delincuencia organizada.

“Esto tras los constantes señalamientos por abusos a los derechos humanos y los 22 civiles que fueron ultimados en junio de 2014 por elementos del Ejército en Tlatlaya, asunto que, concluyó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos se trató de una ejecución extrajudicial en al menos seis casos”.

Concretamente el 3 de mayo en Palmarito participaron alrededor de 90 elementos (una compañía dividida en tres secciones) con dos capitanes, cuatro tenientes y seis sargentos al frente, de acuerdo con fuentes del Ejército.

“El grupo fue dividido a su ingreso a Palmarito y uno de éstos fue atacado por huachicoleros en diversas camionetas, entre ellas tres blindadas, de acuerdo con los reportes militares.

“La Sedena indicó que los soldados acudieron a Palmarito en apoyo a autoridades civiles para atender denuncias por robo de combustible a Pemex”.

En los videos que hicieron públicos en YouTube se aprecia en distintas videograbaciones que los soldados portan en sus cascos cámaras de grabación.

“Sin embargo, es decisión de cada uno de los militares si dan a conocer o no los registros en video a sus mandos, pues las grabaciones se pueden manipular o borrar, sin un candado en el sistema que lo impida.

“La memoria puede descargarse, guardarse y o borrarse en una computadora, no cuentan con un sistema que impida su manipulación o borrado de información”, reconoció la Sedena en una respuesta de información. Las cámaras utilizadas por el Ejército son de la marca Garmin Modelo VIRB HB Action, de 64 GB.

También este fin de semana en la página electrónica de Joaquín López Dóriga se publicó la “Carta de un Soldado” que se refiere a los hechos sin identificarse.

Se desconoce la fuente directa que la entregó al medio y no es descabellado pensar que forma parte de la estrategia oficial para defender a las Fuerzas Armadas, tan vapuleadas en fechas recientes cuando actúan como lo que no son: policías, ante la incapacidad de gobiernos estatales y municipales de tener cuerpos de seguridad efectivos y eficientes. A continuación la carta de un soldado:

“A toda la Nación.

 

“A la CNDH.

 

“A la CIDH.

 

“A mis compañeros.

 

“Hoy quiero pedirles perdón, perdón por haber recibido instrucción Militar.

 

“Por hacer un trabajo que no me corresponde.

 

“Por eliminar a un presunto delincuente.

 

“Por haber salvado la vida y las pertenencias de tu familia.

 

“Perdón por no pensar en las consecuencias de matar a quién, en un momento, mató a mi compañero, a un ciudadano o a un inocente.

 

“Perdón por convertirme en humano y sacar mis sentimientos y pasiones, los cuales me llevaron a disparar sin piedad.

 

“Perdón porque en mi preparación me enseñaron a que toda acción tiene una reacción y que ante la duda mejor no hago conjeturas y mato.

 

“Perdón por no estar capacitado para investigar y dar amor, prudencia y tolerancia a los criminales, delincuentes y ladrones que flagelan a nuestra sociedad.

 

“Y seguiría pidiéndoles perdón a todos, incluyendo a nuestra sociedad, simplemente por ser un humilde soldado que solamente cumple órdenes por el deber de obediencia. Gracias.

 

“Respetuosamente,

 

“Un Soldado”.

Pronto se sabrá el origen de la carta y si el autor fue el soldado que aparece en el video disparando al presunto delincuente.

Habrá justicia y sanciones, así como lo exigimos para los excesos de los militares también las autoridades deben enfrentar y luchar contra los huachicoleros que no tienen límites y lo han demostrado al matar a policías ministeriales, a militares y a ciudadanos inocentes.

Son las consecuencias de una guerra.

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto

Imagen de: Twitter