La pequeña Mariana de 9 años de edad fue dada de alta este viernes, después de que fue sometida, por más de seis horas, a una cirugía a corazón abierto a causa de un problema congénito. Lo increíble de esta historia es que su cirugía se realizó durante el fuerte sismo de 8.2 que ocurrió la noche del jueves 7 de septiembre en la Ciudad de México.
Su valor y ganas de vivir le permitieron salir adelante después de haber permanecido un mes en la UMAE Hospital General “Dr. Gaudencio González Garza” del Centro Médico Nacional La Raza, del Instituto Mexicano del Seguro Social.
“Sentí mucha emoción cuando me dijeron que ya me voy a mi casa, porque ya voy a ver a mi familia, a mis primos y ya quiero regresar a la escuela. Tengo un tubito en mi corazón y me lo cambiaron, pero estoy contenta de que ya me voy a mi casa”, comentó.
“Gracias a los médicos y enfermeras que me cuidaron cuando me operaron y me salvaron la vida, es por eso que quiero estudiar sicología y ayudar a los niños como me ayudaron a mí”, dijo.
La menor permaneció hospitalizada en la Unidad de Cuidados Intensivos y recibió atención especializada; después de una recuperación exitosa, este viernes salió caminado con una sonrisa y de la mano con su familia.
Este es un ejemplo más de entereza, profesionalismo y ética de uno de los muchos equipos médicos que hay en el IMSS, el cual es encabezado por el doctor David Arellano Ostoa, jefe del Departamento de Cirugía Cardiaca Pediátrica, quienes protegieron, resguardaron y cuidaron que Mariana no sufriera algún contratiempo durante el movimiento telúrico.
Ese día, los protocolos de emergencia se activaron de manera oportuna. Los pacientes, familiares y personal en planta baja y los pisos 1 y 2 fueron evacuados, mientras en el resto de los pisos, las personas se replegaron a las zonas de seguridad.
Pero en el quirófano del séptimo piso, por la delicada salud de la menor, el equipo médico y de enfermería decidió continuar sin interrumpir la operación a corazón abierto.
El director la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE), Guillermo Careaga Reyna, recordó que la causa del problema y la gravedad en el estado de salud de la menor fue por infección en un injerto colocado a la paciente hace cinco años para corregir una cardiopatía congénita.
Indicó que en todo el momento, aún durante el sismo, el equipo de cirujanos, enfermeras, anestesiólogo y técnicos, mantuvo la calma y continuó la operación, a pesar de que ya había finalizado la jornada laboral de la mayoría del personal.
Este viernes, los papás de Mariana, Ricardo Garduño Zavala y Jessica Hernández Díaz, agradecieron el profesionalismo y compromiso del personal del IMSS, pues en ningún momento interrumpieron la cirugía que salvó la vida de su hija. E incluso se sorprendieron porque recibieron noticias de cómo transcurría la operación.
“Damos gracias al personal de esta Institución por darle una oportunidad de vida a mi hija. Nunca dejaremos de agradecer la atención recibida por todos los trabajadores de este hospital”, resaltaron.
El doctor David Arellano Ostoa destacó el compromiso del personal médico del Hospital General, que a pesar del temor y la incertidumbre que provocó el sismo se mantuvieron en el lugar, al pendiente de Mariana.
Con información de: IMSS
Imágen de: IMSS