Aviones israelíes bombardearon este martes Gaza, horas después de que insurgentes de la Franja lanzaron más de 25 proyectiles de mortero hacia comunidades en el sur de Israel, en lo que podría ser el mayor incidente registrado en la zonadesde la guerra que enfrentó a Hamas con Israel en 2014.
Los proyectiles insurgentes no causaron heridos y fueron interceptados en su mayoría por el sistema de defensa israelí Cúpula de Hierro, explicó el ejército de Israel. Agregó que uno cayó cerca de un jardín de infantes poco antes de su apertura.
El incidente se produjo en un momento de gran tensión en la frontera entre Gaza e Israel y se esperaba una contundente respuesta de las autoridades israelíes.
“Israel cobrará un alto precio a aquellos que buscan hacerle daño y consideramos a Hamas es el responsable de prevenir estos ataques”, dijo el primer ministro, Benjamin Netanyahu, tras el ataque.
Poco después de la advertencia, la aviación israelí comenzó a bombardear lo que según funcionarios de seguridad en Gaza era un campo de entrenamiento del grupo insurgente Yihad Islámica.
Pudo verse una columna de humo cerca de la localidad de Deir al-Balah, en la costa, y el ejército dijo que las explosiones registradas en la zona estaban relacionadas con su actividad. No se reportaron heridos.
Se cree que la milicia Yihad Islámica estuvo detrás de los ataques con la autorización de Hamas.
“Estamos defendiendo el derecho a retornar además de respondiendo a los crímenes sionistas”, manifestó Khaled al-Batsh, un líder de Yihad Islámica en el territorio.
Con información de AP
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