Con la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), se registró un deterioro en el acceso a los servicios de salud, se redujo tres años la esperanza de vida de los mexicanos con este servicio y también hay un panorama de menos años de vida saludable para las próximas generaciones, advirtió el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
Rodolfo de la Torre, director de Movilidad Social del centro de estudios, señaló que la reforma constitucional promovida por el actual gobierno federal para proporcionar acceso universal a los servicios de salud no cumplió con los requisitos fundamentales para su operación como la movilización de los recursos necesarios para cubrir la demanda de atención médica de cerca de 52 millones de mexicanos afiliados a su antecesor, el Seguro Popular.
Aunque el gasto para la población sin seguridad social aumentó de 0.73% del PIB en 2019, se movió de 0.91% en 2020, a 0.79% en 2021; esto significó que el gasto per cápita para la población sin seguridad social descendiera de 3 mil 656 pesos en 2019, a 3 mil 299 en 2020 y luego a 2 mil 911 pesos en 2021, montos en términos reales a precios de este último año. Además, el gasto en casos de alta especialidad cayó 27%.
Cuando se anunció en febrero de 2021 que se “federalizarían” los servicios de salud mediante el programa IMSS-Bienestar, implícitamente se reconoció que el INSABI no cumplió su función coordinadora y logística. El IMSS-Bienestar pasó de ente coordinado a coordinador. La razón de este cambio es un mal diseño del INSABI. En el fondo, el INSABI agregó problemas presupuestales y de gestión a una falla de diseño fundamental del Seguro Popular.
Un sistema de salud debilitado no favorece la posibilidad de que la esperanza de vida de las nuevas generaciones sea mayor e independiente de la de origen. Estudios recientes sitúan la pérdida de esperanza de vida en México durante 2020 en alrededor de 3 años. La esperanza de vida al nacer retrocedió a los niveles de 1993. Esto significa que no solo se perdió la movilidad social en salud de una generación a otra, sino que esta se tornó negativa: la esperanza de vida de los padres resultó ser mayor que la de los hijos.
Con información de: MVS Noticias
