Los ataques aéreos de Estados Unidos y sus aliados (Francia y Reino Unido) contra Siria, podrían generar mayores actos terroristas de estos grupos, por lo que solucionar conflictos internacionales a través de misiles, sólo produciría más caos.
Son una demostración de fuerza para causar la impresión de que el presidente Donald Trump tiene más valor en este tipo de acciones bélicas que su antecesor Barack Obama; además, podrían ser un factor de distracción a sus problemas internos y su baja aprobación política, aseveraron académicos de la UNAM.
Roberto Zepeda Martínez, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte(CISAN), y Víctor Francisco Olguín Monroy, de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, remarcaron que Trump, a través de sus intervenciones militares en el exterior, trata de solucionar sus conflictos.
En ese plano, se advierte un presidente sumido en escándalos personales y es altamente factible que pierda la mayoría en el congreso en las elecciones intermedias; incluso cabe la posibilidad de que proceda un impeachment (destitución) en su contra, en un Congreso dominado por el Partido Demócrata.
Si bien todo apunta a que el sistema internacional sea aún más caótico, con una fase de reacomodo de las principales potencias hegemónicas, no se trata del regreso a una guerra fría, pues no es un conflicto ideológico, sino un tema más complejo, en el que China entra en esta reconfiguración mundial en pugna, además de los grupos terroristas que se convierten en centros de poder.
Al respecto, Roberto Zepeda consideró que “solucionar conflictos internacionales a través de misiles, sólo generará más caos”.
En conferencia de prensa, advirtió que el ataque a Siria es un mensaje claro a Rusia, Irán y Corea del Norte, “en el sentido de que no puede normalizarse el uso de armas químicas y que Estados Unidos, junto con sus aliados en Europa, está dispuesto a intervenir incluso militarmente contra naciones que utilicen ese tipo de armamento.
No existe evidencia contundente del ataque con sustancias químicas en Duma, ni ha sido confirmado aún por la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), y no hubo tiempo para una investigación a través del consejo de seguridad de las Naciones Unidas; sin embargo, Estados Unidos, Francia y Reino Unido decidieron atacar.
Zepeda mencionó que Trump define sus acciones de política exterior a través de Twitter, contradice las recomendaciones de los manuales de política exterior, e incluso militares, pues en una guerra todo ataque debe ser sorpresivo.
Además, anotó que el ala conservadora del gabinete y del cuerpo de asesores de Trump es más proclive a la guerra. “John Bolton y Mike Pompeo muestran una postura más antagónica contra Rusia, Irán, y sobre el tema de Siria”.
Por su parte, Olguín Monroy comentó que si se comprueba que Siria fue responsable del empleo de gas cloro o sarín, debe condenarse, pero también el uso de misiles tomahawk contra supuestas instalaciones militares sirias, pues ese ataque no resuelve el problema de Siria. “Por el contrario, desde que inició el conflicto lo que más existe en este país y las naciones limítrofes es una grave crisis humanitaria”.
Al respecto, indicó que hay cerca de seis millones de desplazados y 500 mil muertos. “Buena parte de los refugiados que han llegado a Europa han provocado presiones en el ámbito social, y en gobiernos euroescépticos en contra de este reparto de refugiados, para atender la crisis de los exiliados”.
El bombardeo selectivo de Estados Unidos, Francia y Reino Unido no resuelve el conflicto, por el contrario, exaspera más la situación; “Vladímir Putin ha respondido que podrían tomarse represalias, aunque no ha dicho de qué tipo”.
Existe el riesgo de una escalada del conflicto, pues hay una importante presencia rusa en Siria. “Si algún misil estadounidense llegara a afectar las bases militares de Rusia, probablemente la respuesta de Putin ya no sea tan moderada”.
Desde que Trump tomó el poder, cada vez parece más cercano un conflicto armado de carácter global: amenaza a China con una guerra comercial, militarizan el muro con la presencia de la guardia civil. “Está haciendo al mundo cada vez más inseguro y precario; por vez primera me atrevo a decir que desde el fin de la Guerra Fría se acabaron las certezas, ya no tenemos idea de cuál será el escenario en el corto y mediano plazos porque es un presidente impredecible”, finalizó.
Con información de: UNAM
Imagen de: UNAM
