La NBA de Estados Unidos, que regresará a la actividad el próximo 31 de julio en las instalaciones de Disney, en Orlando, decidió que no hará más pruebas a los jugadores para detectar drogas denominadas "recreativas" como la marihuana, aunque si continuará con los controles antidoping para las sustancias que mejoran el rendimiento cuando se inicie la competencia.
La noticia, adelantada por la revista The Athletic y producto del acuerdo entre las autoridades del campeonato y el sindicato de jugadores, llega en forma de alivio para una gran cantidad de basquetbolistas que siempre se han mostrado a favor de la legalización del consumo y podrían haber quedado atrapados entre los controles y la incertidumbre en el calendario de regreso del torneo.
La NBA es la única de las grandes ligas deportivas del país norteamericano que todavía mantiene a la marihuana en la lista de sustancias prohibidas a pesar de que numerosas estrellas hicieran público su apoyo a la legalización, e incluso hasta el ex comisionado David Stern manifestara en 2017 que el cannabis medicinal debería ser removido de la lista.
En tanto, la prolongación de los controles sobre las sustancias que mejoran el rendimiento puso fin a los rumores que indicaban lo contrario y reaseguró cierto marco de competitividad leal en el torneo.
Aunque todavía falta definir detalles en cuanto a lo que rodea a la competencia, la NBA se reanudará en Disney a partir del 31 de julio con la participación de 22 equipos de los 30 totales, los 16 que estaban en puestos de playoffs y otros seis (Portland Trail Blazers, Sacramento Kings, New Orleans Pelicans, San Antonio Spurs, Phoenix Suns y Washington Wizards), que todavía tenían posibilidades de clasificar.
