En la realización del Tercer Congreso Nacional Extraordinario del Movimiento de Renovación Nacional (Morena) hubo definiciones importantes con miras a 2018. Andrés Manuel López Obrador descartó que su partido vaya en alianza con el PRD y Movimiento Ciudadano y convocó a una asamblea el 9 de julio para elegir las candidaturas estatales y municipales para las elecciones del próximo año. Definiciones que serán aprovechadas por sus opositores para formar un frente opositor, no necesariamente en contra del PRI sino en contra de López Obrador y Morena.
En el Tercer Congreso Nacional celebrado ayer en la Ciudad de México, el tabasqueño dejó abierta la posibilidad de que, para las elecciones presidenciales, su partido vaya en coalición sólo con el Partido del Trabajo. “No podemos marchar juntos con esos partidos, me refiero para ser claro, al PRI, PAN, PRD, Verde, Movimiento Ciudadano, Encuentro Social y Nueva Alianza”, advirtió. “Debemos de entender que el rescate del país debe venir de ciudadanos de distintas clases sociales, de distintas ideologías y de distintas regiones”.
López Obrador es en este momento el candidato presidencial a vencer, sus estrategias están sujetas al error y ahí están los resultados en el Estado de México donde apenas superó el 30 por ciento y no arrastró a las urnas a millones de inconformes y molestos ciudadanos con el actual ejercicio de poder, por lo que optaron por votar por el PRI o se abstuvieron.
Lo que se puede confirmar es que sigue sumando simpatizantes y asume que sólo un profundo movimiento social derrotará a la clase política que nos gobierna, para conseguirlo será necesario que lleve a millones de mexicanos que estan contra el poder vigente a las urnas.
Para justificar no aliarse con el Partido de la Revolución Democrática acusó a la dirigencia nacional del sol azteca de corrupta y tener pactos con el Presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes. Criticó que el entonces candidato perredista al gobierno mexiquense, Juan Zepeda, no haya declinado por Delfina Gómez. “En el Estado de México se exhibieron como paleros; no pueden escabullirse que no se les convocó cuando la verdad es que mantienen acuerdos con Peña Nieto”, insistió.
“Pudo más la ambición del candidato y de los dirigentes de ese partido que el llamado a la unidad para sacar al nefasto y corrupto grupo Atlacomulco” y sostuvo que la alianza, convocada por las dirigencias del PAN y PRD, es un acto de promiscuidad política. Fue contundente en lo que espera para llegar a la Presidencia de la República en 2018, sostuvo que serán los militantes de Morena los que decidirán en votación si se debe ir o no en alianza con otros partidos. Convocó a una asamblea el 9 de julio para elegir las candidaturas estatales y municipales de Morena para las elecciones del próximo año. Comentó que los comicios de 2018 serán un plebiscito sobre la prevalencia del régimen actual. Para que no le anden colgando etiquetas sus opositores, el tabasqueño señaló: “No somos seguidores de Maduro ni de Trump; no somos populistas, quiero decirles que no somos autoritarios ni mesiánicos”. Por si había alguna duda.
Con el adelanto de la nominación de los candidatos de Morena a julio próximo, provocará inquietudes en el resto de los partidos políticos y de sus militantes con aspiraciones porque sentirán que les llevarán ventaja. Algunos tendrán que ajustar sus planes y tiempos políticos. El Comité Ejecutivo Nacional de Morena informó en su Congreso Nacional que, con 2.4 millones de militantes, el partido ya tiene una cobertura del 95.6 por ciento a nivel nacional.
Tiene el 100 por ciento de los comités seccionales en Aguascalientes, Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Colima, Ciudad de México, Hidalgo, Michoacán, Oaxaca, Zacatecas, Tabasco y Puebla. En Baja California, Morelos, Veracruz, Guerrero, Sonora, Quintana Roo, Guanajuato, Tamaulipas, Nayarit, Yucatán y Chiapas, se tiene el 95 y 99 por ciento de cobertura. Mientras en el Estado de México, Tlaxcala, San Luis Potosí y Durango se tiene del 80 al 95 por ciento de cobertura; y en Querétaro, Chihuahua, Jalisco, Nuevo León y Sinaloa cuentan del 59 al 79 por ciento de cobertura. Después de lo sucedido en el Estado de México el domingo pasada, López Obrador y su gente sabe que es indispensable para cuidar los votos reforzar el trabajo territorial.
Sin alianza con los partidos, el líder de Morena sólo tiene la posibilidad de construir un frente social que se vuelque en las urnas en 2018, de lo contrario será difícil documentar su triunfo si es que supera su propio récord, que ronda el 30 por ciento.
La posibilidad de que gane existe, pero depende de varios factores: el principal que consiga llevar a los millones que él considera quieren un cambio radical para México. No la tiene fácil.
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