Hoy 13 de diciembre pero del año 2022, el presidente López Obrador nos confirmaba lo que la vocera y autora de campañas sucias contra periodistas críticos Verónica Vélez nos ocultaba a toda costa: había fallecido el gobernador de Puebla.
A partir de ese día, en Puebla se respiran otros tiempos.
Luis Miguel Barbosa es recordado positivamente sólo por quienes se beneficiaron de él a costa del erario público y de las persecuciones contra adversarios, periodistas y críticos de su administración sin olvidar los que se beneficiarion de su corrupción y de su nepotismo que hasta la fecha se aferran a seguir viviendo de las costillas de los poblanos y poblanas de bien.
Nadie medianamente serio lo extraña.
¿Y es que quien puede extrañar a un político chapulin traidor que lo único que lo caracterizó fue su odio contra quienes vimos la realidad de su administración?
Para nadie es secreto que incluso a quienes lo ayudaron en su camino a la gubernatura durante la elección extraordinaria que ganó la verdadera gobernadora de Puebla Martha Erika Alonso, terminaron siendo perseguidos y encarcelados con expedientes fabricados.
Persiguió y armó carpetas judiciales con mentiras para que en su mañanera mediocre se dedicara a diseminar su odio y dar nota para desacreditar, perseguir y arremeter contra funcionarios de administraciones anteriores.
Tras su partida nos enteramos del hoyo financiero, corruptelas y traiciones.
Hoy se respiran tiempos de paz y aunque existen rémoras del barbosismo que se aferran a vivir de los impuestos de los y las poblanas, no tienen más cabida.
Hoy es distinto… a un año… a un año sin el barbosismo.
A un año de Miguel Barbosa. pic.twitter.com/NNShgeGy78
— Carlos Torres (@CarlosTorresF_) December 13, 2023
@carlostorresf_ En Puebla se respiran otros tiempos. Un año sin Barbosa
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