Bajo el mando de Manuel Bartlett, la Comisión Federal de Electricidad no ha sido rentable y tiene deficiencias administrativas, de acuerdo a la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
En su fiscalización del desempeño del corporativo CFE en 2019, la ASF destacó que “la empresa dirigida por Bartlett tiene importantes problemas financieros que la pueden llevar a ser insolvente en el corto plazo”.
“La conducción central y la dirección estratégica de esta Empresa Productiva del Estado presentaron limitaciones que incidieron en el deterioro de su situación operativa y financiera, lo que refleja que existen riesgos que la empresa no ha logrado administrar. La materialización de estos riesgos impidió que en 2019 la CFE cumpliera con su mandato de generar rentabilidad y valor económico en favor del Estado mexicano”, sostiene el organismo autónomo.
Además, el órgano dependiente del Poder Legislativo señaló que la CFE tampoco cumplió sus metas de generación de energía en 2019 y que los costos de generación no fueron competitivos frente a las empresas privadas.
En cuanto a su programa interno, que busca combatir la corrupción, carece de metas e indicadores para conocer avances ante lo que se emitieron 21 recomendaciones al desempeño de la CFE con el fin de mejorar la administración y competitividad de la empresa.
Una de estas recomendaciones gira en torno a las millones de toneladas de carbón mineral que la CFE ha comprometido comprar en los próximos meses para sus plantas de energía. Por ello la ASF llamó a la empresa estatal a diversificar sus fuentes de energía para reducir su dependencia de combustibles fósiles.