Puebla produce alrededor de 125 mil toneladas de jitomate al año, y ocupa el séptimo lugar a nivel nacional, señaló el Mtro. Luis Andrés Cabrera Mauleón, Director de la Facultad de Ingeniería en Agronomía de la UPAEP.
Apuntó que después de estados como Sinaloa, San Luis Potosí, Michoacán y Guanajuato, se encuentra Puebla como uno de los principales estados productores de jitomate en el país.
Agregó que en el estado de Puebla está proliferando la producción de jitomate a través de invernaderos, más que a campo abierto, y en diferentes municipios y regiones del estado, se pueden encontrar invernaderos en donde se está sembrando jitomate a gran escala.
Manifestó que después de los Estados Unidos, primer receptor de jitomate mexicano así como Canadá, México exporta un alto porcentaje de jitomate a Alemania, país consumidor de este producto, y otras naciones europeas y de Asia.
Refirió que lamentablemente México sigue dependiendo del mercado norteamericano y de Canadá para colocar su jitomate. “Estados Unidos está importando el 90.67 por ciento de jitomate mexicano; Canadá tiene importaciones del 65.31 por ciento, por lo que la demanda que hacen estos países de este producto es alta. Además de que la producción de jitomate aporta el 3.4 por ciento al producto interno bruto del país”.
La producción de jitomate mexicano se ha tecnificado en los últimos 20 años de manera interesante, ya que actualmente es más eficiente producir a través de invernaderos que a campo abierto, como se hacía años atrás.
Dijo que el primer cultivo que se realiza en México bajo condiciones de tipo invernadero es el jitomate, “hay una fiebre de producción de jitomate en invernadero porque sigue siendo un negocio para un buen número de productores”.
Abundó que al reducirse la exportación de jitomate al mercado estadounidense, para el mercado interno se abre la posibilidad de que los precios se bajen y haya una mayor competencia por parte de los productores para colocar su producto, y el principal beneficiario será el consumidor mexicano, ya que se registraría una sobre oferta de producción y habría competencia de precios.
Indicó que en la central de abastos el precio del jitomate fluctúa en los 13 pesos, para ofrecerse al público entre los 16 y 18 pesos por kilo.
México se considera un país productor de origen del jitomate, porque se pueden encontrar diferentes variedades nativas y variedades silvestres que lo distinguen de otras naciones.
Comentó que en México hay cerca de 52 millones de hectáreas cultivadas de jitomate, es decir, 3.5 millones de toneladas al año, que en un estudio que hace el gobierno mexicano, y en una estimación que realiza con miras al 2030, se visualiza que se esté incrementado la producción de jitomate hasta en un 7.5 millones de toneladas, el doble de la producción actual.
Dijo que uno de los primeros impactos económicos que ocasiona este cobro del arancel por parte de los Estados Unidos al jitomate mexicano y que es del 17.5 por ciento es que el productor mexicano estaría comercializando su producto con una tarifa muy elevada que estará reduciendo su margen de utilidades que incluso puede llegar al grado de que no pueda recuperar sus costos de recuperación. “Yo pienso que no se va a llegar a ese nivel, porque lo pueden vender más caro, pero si le quitará competitividad en el mercado norteamericano”.
Subrayó que el estado de Sinaloa es el principal exportador de jitomate hacia el mercado de los Estados Unidos, y los productores de este estado “han señalado que los productores norteamericanos no se han actualizado tecnológicamente ni en cuestión de variedades en los últimos 20 años, lo cual ha permitido que el jitomate mexicano tenga mucho más aceptación en el mercado norteamericano”.
Comentó que el jitomate hoy en día es un producto que se consume a nivel mundial y que hay una alta población de los Estados Unidos que consume este producto de origen mexicano principalmente.
Enfatizó que el primer perjudicado con estas medidas arancelarias es el consumidor norteamericano, quien tendrá que estar pagando un mayor precio, mientras que en el mercado mexicano, “cuando algo sube demasiado de precio, sucede que compramos menos o se deja de comprar, ya que la economía es más vulnerable. Mientras que en los Estados Unidos, puede haber esta capacidad económica para seguir comprado el jitomate mexicano”.
Con información de: UPAEP