La estatal Israel Aerospace Industries Ltd. y la organización sin fines de lucro SpaceIL anunciaron planes para lanzar en diciembre una misión lunar, lo que deja a Israel en buen pie para convertirse en el cuarto país en llegar a la luna.
De lograrlo, Israel se convertiría en el cuarto país en lanzar un módulo especial a la Luna, después de Estados Unidos, la Unión Soviética y China.
La nave espacial israelí no tripulada de 88 millones de dólares despegará en un cohete Falcon 9 fabricado por Space Exploration Technologies Corp. de Elon Musk. Con 600 kilogramos, será la nave espacial más pequeña hasta ahora en llegar a la superficie de la luna. El viaje de dos meses partirá desde Cabo Cañaveral, Florida.
"Me llena de orgullo que la primera nave espacial israelí, que está en su fase final de construcción y prueba, pronto llegará a la luna", dijo Morris Kahn, presidente de SpaceIL y fundador del desarrollador israelí de tecnología de comunicaciones y medios Amdocs Ltd.
Ningún gobierno ha llegado a la luna desde la década de 1970, pero el interés ha revivido recientemente.
El presidente estadounidense Donald Trump solicitó casi 900 millones de dólares en nuevos fondos para las misiones lunares de la NASA. China planea este año hacer llegar una sonda al lado oscuro de la luna sin explorar, donde las señales de radio de la Tierra no pueden ser recibidas.
Bajo costo
SpaceIL fue formada por tres personas y participó en la competencia Lunar XPRIZE de Google, que cerró en marzo sin nombrar un ganador. Entre sus inversionistas se incluyen Kahn, el magnate estadounidense de casinos Sheldon Adelson y la Agencia Espacial de Israel.
El éxito de la misión sería un importante logro, ya que les daría a los científicos una nave espacial de un costo relativamente bajo para experimentos futuros, dijo Tal Inbar, titular del Centro de Investigación de Espacial y de VANT (vehículos aéreos no tripulados) del Instituto Fisher para Estudios Estratégicos de Aire y Espacio, ubicado en Herzilya, Israel.
Aún se deben superar ciertos obstáculos, como compensar la menor capacidad de combustible de la nave, dijo Inbar. Otras naves espaciales más grandes tardaron cuatro días en llegar a la luna porque podían cargar más combustible, indicó SpaceIL.
La nave de SpaceIL tiene 1.5 metros de altura y dos metros de diámetro, y es capaz de alcanzar una velocidad máxima de más de 10 kilómetros por segundo. El combustible conformará el 75 por ciento de su peso.
Espacio civil
Después del alunizaje, la nave captará fotos y videos del sitio del alunizaje y registrará el campo magnético de la luna.
"El Estado de Israel, que ya está firmemente posicionado en el campo del espacio en su actividad militar, debe aprovechar los recursos para el beneficio del espacio civil, que es un motor de innovación, tecnología y educación en todo el mundo", dijo el máximo ejecutivo de IAI, Yossi Weiss.
Con información de El financiero