Jugar como grandes, luchar como grandes, ganar y caer como los grandes es el reflejo de la Selección Española de Futbol tras caer ante su similar de Rusia en octavos de final.

Rusia jugó defender con casi todo, defensa de tres centrales, como se intuía. Ante eso, España le dio velocidad a su fútbol de banda a banda, con paciencia y sin errores. Esparábamos los goles de Silva y Alba, por aquello de las estadísticas, que algunas se cumplen, pero surgió el capitán. De una falta lateral, la primera machada del día. Sergio Ramos, forzado por un central, encontró el remate con el pie para hacer el primero a los once minutos. España daba a balón parado, con las armas del rival.

Esas armas son las que planteó para igualar el partido, pasado el cuarenta de la primera mitad, cuando un penalti por mano de Piqué lo transformó Dzyuba. Antes del descanso, dos balones servidos a Diego Costa pudieron ser ocasión para adelantarse de nuevo, pero las tablas se mantuvieron hasta el refresco.

Y vuelta a empezar. España salió a la segunda mitad a buscar su hueco ante una cómoda Rusia, echada atrás esperando su acción a balón parado o su jugada en transición para la lucha de los delanteros. Así pasaban los minutos, con Isco y Costa asociándose para meter miedo. Salió Iniesta, con media hora por delante. Salió Iago Aspas, y de tanto defender, Rusia empezó a tener calambres. Encontraron el hueco para rematar los atacantes de refresco, pero el meta ruso rechazó a falta de cinco minutos para los noventa.

España acosó a Rusia a balón parado, peroo no apareció el hueco para una jugada de gol y los octavos de final se fueron a la prórroga. Y siguió el fútbol a uno, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido. Isco seguía pensando la jugada, la buscaba con Iniesta y los desmarques de Aspas, con los laterales como extremos y los centrales arrancando el juego.

Saltó al terreno de juego Rodrigo Moreno, el último cambio ofensivo de Hierro, a falta de un tiempo de la prórroga. Y tuvo la mejor opción de remate, en una jugada individual partiendo desde la banda, especialidad de la casa. Rusia celebraba los saques de puerta, los errores españoles, pero el fútbol solo lo ponían los nuestros.

En los penaltis, Koke y Iago Aspas fallaron desde los once metros y Rusia se clasificó para los cuartos de final del Campeonato del Mundo. España, eliminada con honor.

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