Cerca del 50% de las mujeres en México padecerá alguna vez en su vida uno de los tres tipos de incontinencia urinaria – Esfuerzo, Urgencia o combinada-.
Lo anterior fue explicado por la doctora Atziri Ramírez Negrin, adscrita al departamento de Ginecología en el área de Urología Ginecológica y Rehabilitación del Piso Pélvico del Hospital General Dr. Manuel Gea González.
A través de una entrevista, la especialista presentó detalles de las características de esta enfermedad que se manifiesta por la pérdida involuntaria de orina, y que afecta a la población de 30 a 60 años de edad, principalmente.
En todos los tipos, el primer síntoma es cuando se humedece la ropa interior por la pérdida leve de orina. En la incontinencia urinaria de esfuerzo se causa por toser, reír, caminar, correr y hacer ejercicio. También se puede presentar durante o después del embarazo.
En el caso de la incontinencia urinaria de urgencia, que se registra en la postmenopausia, la paciente tiene un deseo incontrolable para ir al baño. Mientras que el tercer tipo, es la combinación de ambas patologías.
La incontinencia urinaria es progresiva conforme aumenta la edad, por lo que el envejecimiento es uno de los principales factores de riesgo para que se presente este problema con mayor frecuencia o intensidad.
La doctora Ramírez Negrin señaló que esta enfermedad puede ser reversible en muchos de los casos si se realizan algunas actividades como ejercicios focalizados, cuidar el peso correcto, no fumar ni cargar cosas que pesen más de cinco kilogramos.
Tampoco se puede consumir exceso de líquido en un corto tiempo, pues se recomienda tomar un vaso de agua cada dos o tres horas, así como evitar los refrescos, café y té, debido a que irritan la vejiga.
Para evitar la pérdida de orina debe hacerse el hábito de orinar cada dos a tres horas, con el fin de vaciar la vejiga. Es muy importante no aguantarse las ganas porque se extiende el músculo de la vejiga.
“Cuando somos jóvenes muchas veces nos aguantamos y esto con el tiempo va creando un mal hábito. Entonces nos encontramos con vejigas que toleran más de medio litro y a veces hasta un litro de líquido. Eso es muy malo porque en un futuro la vejiga no se va a contraer adecuadamente”.
Una persona diagnosticada con incontinencia urinaria no tiene que usar pañal por el resto de su vida. Hay muchos tratamientos que pueden mejorar esta situación y disminuir la pérdida de orina, siempre y cuando sigan las indicaciones.
Los tipos de tratamientos se encuentran: los llamados conservadores, que incluye una serie de ejercicios como apretar y relajar la vagina estando sentada, parada o realizando alguna actividad. Esto se recomienda para quienes padecen la incontinencia urinaria de esfuerzo, que tiene su origen en la debilidad del piso pélvico. Cuando no responden a este tratamiento, se les coloca una cinta en la vagina para darle sostén a la uretra.
Si la situación es similar en las pacientes diagnosticadas con incontinencia urinaria de urgencia, las alternativas son el medicamento, cirugía, electroestimulación y rehabilitación de piso pélvico, dependiendo del problema.
Finalmente, la doctora Ramírez Negrin aconsejó acercarse a los servicios de salud para valorar la condición y descartar, en su caso, infecciones en vías urinarias o alguna otra alteración.
Con información de Secretaría de Salud.
Imagen de Secretaría de Salud.
Redacción por Miriam Peralta.