Desde el primer día, el gobierno de López Obrador demostró su desprecio por la ley y el Estado de derecho, pero ahora, con el reiterado tráfico de influencias por parte de sus hijos, México entró en la peor etapa de corrupción del país, de una cínica y abierta impunidad, afirmó el presidente del PAN, Marko Cortés Mendoza.
México, agregó, está siguiendo los pasos de las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua, donde los hijos y más cercanos de los presidentes se enriquecen a manos llenas, a la vista de todos, sin que haya fiscalías o procuradurías de justicia que se atrevan a investigar sus actos ilegales y mucho menos a castigarlos.
El líder panista destacó que el propio López Obrador promueve y justifica la corrupción de sus más cercanos. Esta actitud es clarísima en un ejemplo reciente. Cuando se reveló que un secretario de Estado utilizó aviones militares para irse de vacaciones con su familia e invitados, pagando hoteles y restaurantes de lujo, el presidente respondió: “¿Y qué? ¿Cuál es el problema?”
Hay muchos ejemplos a lo largo de cuatro años, pero hay uno que tiene que ver con otro de sus hijos: los contratos por 100 millones de pesos entregados por el gobierno a sus amigos. Cuando el presidente López Obrador dijo que 100 millones de pesos “no son nada”.
En este contexto, preguntó Cortés Mendoza, ¿quién se va a atrever a investigar a los hijos del presidente? ¿El amigo al que puso en la Fiscalía General de la República? ¿La fiscal que puso en la Ciudad de México para encabezar la persecución política en contra de la oposición?
“Las y los mexicanos merecemos una investigación a fondo sobre los delitos en los que han incurrido de manera sistemática y reiterada los hijos y cercanos del presidente de la República. López Obrador les debe una explicación a todos los que ya estamos hartos de los abusos de poder, del nepotismo, de la corrupción y el robo de dinero al erario”, sentenció.
Recordó que para López Obrador el proyecto del nuevo Aeropuerto en Texcoco era sinónimo de corrupción y ahora resulta que, mediante el llamado “Cártel de Andy”, los amigos del hijo del presidente obtuvieron millones de pesos para encargarse del Parque Ecológico del Lago de Texcoco, un proyecto que se ofreció en campaña y que no se concreta.
El líder nacional de los panistas también señaló que los conflictos de interés son habituales pues otro hijo del Ejecutivo federal, José Ramón Beltrán, primero vivía en la Casa Gris de Houston y luego en una casa de Coyoacán, ambas, propiedad de personas que reciben contratos del gobierno federal.
“El buen juez por su casa empieza, así es que le exigimos presidente que empiece por su casa, usted dijo que las escaleras se barrían de arriba hacia abajo, ahora cumpla”, demandó el político.
Finalmente, el panista sostuvo que claramente esta es la razón por la que Morena busca desaparecer al INAI, “porque quiere evitar a toda costa que se conozcan los contratos millonarios que benefician a su familia. Este gobierno se ha convertido en el más corrupto, en el más cínico y el que más abusa de su poder”.