Hay muchas situaciones en la vida que son inaceptables. Por casi todas ellas, se tendría que protestar de la misma forma como se protesta por una. Con fiereza casi fanática. No se haría, a menos que los intereses de quienes protestan sean demasiado egoístas. Podría existir un axioma de tal forma como este: “me afecta, protesto. Es inaceptable, expreso. No me afecta, no me interesa. Se acepta”.
El requisito fundamental para que algo se llegue a considerar inaceptable entonces es que afecte los intereses de un grupo determinado. A menos de eso no se considerará inaceptable. Lo que es más, no se notará. No importa. O no puede importar menos. Triste, pero al parecer así es.
Para hacer sentir más ese sentimiento de reprobación de que: “lo que no me gusta y me afecta no se puede aceptar” o que no puede darse por bueno, se usa una frase ya trillada que se antoja sea hasta un paralogismo. Esa frase sería la siguiente: “En pleno siglo XXI, es inaceptable que:….. Entonces vendría la exposición de la situación de que se trate.
¡Ah!, pero esa situación que es inaceptable en el SXXI, al parecer es solo una. Pues la frase se menciona para esa causa y nada más. La que presenta la defensa de los matrimonios entre personas homosexuales. Nada más. A veces es para otra similar y que va de la mano, por lo tanto es la misma. Cuando se habla de principios morales. Si hay que promoverlos, hablar de ellos, enfatizarlos y no se está de acuerdo, se hace presente la frase en cuestión. “En pleno siglo XXI, no es posible que pienses así, con esa moralidad”. No estamos en el SXVII
Moral y matrimonios entre homosexuales son apenas una situación que tenemos que resolver en el país. Pero hay otras situaciones que son verdaderamente penosas, graves e inaceptables. Hay muchas más que son de mayor importancia que los matrimonios entre homosexuales y lesbianas. Lo son hasta por el número de personas que las sufren. Que son millones más que los homosexuales. ¿Cuáles? Mire.
Es inaceptable que en pleno SXXI los jóvenes que egresan de las universidades no tengan trabajo en su especialidad. Deban buscar vender tacos u Omnilife. Nada vergonzoso, pero o estudiaron para ellos. ¿A poco no?
Es inaceptable que en pleno SXXI tengamos los problemas de aprovechamiento en educación primaria y secundaria que tenemos. Donde los niños no aprenden lo que deben y mucho menos son preparados para la vida en su conjunto.
Es inaceptable que en este siglo, el XX! tengamos millones de pobres en todos los estados de la república, como los tenemos. Viviendo en las peores miserias. Como cuando don Porfirio. Es inaceptable. ¿A poco no?
Es inaceptable que en pleno SXXI, el salario de los trabajadores de México no satisfaga sus necesidades más básicas de La Familia y deban de trabajar dos o tres miembros de ella para tener un salario más o menos decente y que compren algunos satisfactores primarios.
Es inaceptable que cada año, 400 mil mujeres solteras, entre los 10 y 19 años de edad sean madres de familia por primera vez. Trastocando toda su vida y la de quienes las rodean. Cuando se promueve el uso del condón, el aborto y los anticonceptivos, como si fueran “bolo” en un bautizo.
Es inaceptable que en pleno SXXI, las pensiones para los jubilados o pensionados en el país sean tan raquíticas que prácticamente los ancianos se “mueran de hambre”, después de haber trabajado 35 o más años para recibir mil 300 pesos al mes. Y podría continuar con más ejemplos que son verdaderamente inaceptables.
Creo firmemente que el hecho de estar en pleno SXXI, no es motivo para que tengamos que aceptar, creer o fomentar situaciones como las que describo arriba, sin replicar o expresar nuestra protesta enérgica. ¡Son inaceptables en pleno SXXI! Más que el matrimonio entre homosexuales y lesbianas o el que adopten niños o no.
Estas son situaciones mucho más graves, que viven millones de mexicanos y que a casi nadie verdaderamente le importan. Sobre todo es inaceptable tanta retórica y tanta corrupción, que es la madre que genera todo lo que vemos a nuestro alrededor y no nos gusta. Lo que es inaceptable y es El meollo del Asunto.
Tuiter: elmeoyodlasunto
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