Daniela Zepeda
La controversia generada por el material que el intérprete Gerardo Ortiz ofrece a sus fanáticos y seguidores es solo una muestra de uno de tantos problemas sociales que sufre México. Aquí hay de dos sopas, o apoyas o estas en contra. Es como el famoso Club América o lo amas o lo odias y comúnmente la respuesta sencilla es la que apela a nuestras vísceras antes que a nuestra razón.
Un video que incita a la violencia no es una novedad, tampoco lo es que se pasen por alto tantas manifestaciones de agresividad contra el sexo femenino en redes sociales, en series televisivas, etc.
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Lo curioso es que todo el mundo se siente con autoridad moral para emitir un juicio, condenar y llamarse pro feminista por el simple hecho de sentir repulsión por un acto que hasta hace algunos años era considerado normal;
No nos vayamos tan lejos, las comunidades rurales aún conservan tintes machistas y al ver este video seguramente más de alguno aplaudirá la acción de un caballero que víctima de una furia incontrolable y una sed de venganza absurda asesina a “su mujer” y al amante de la misma –digo por si alguien no lo ha visto-.
Como dato cabe mencionar que el Instituto Nacional de las Mujeres expresó su "enérgica" condena al video de la canción “Fuiste Mía” del cantante, Gerardo Ortiz, dado que dicho material de promoción discográfica, "hace una clara apología del delito" y "justifica el feminicidio". Seguramente “enérgicamente” VEVO retirará el video.
¡Vaya mofa! Pero yo entiendo es claramente la vía rápida de aparentar que en serio se atienden los casos de violencia contra la mujer, de este modo hasta parece que se está trabajando y que la sociedad hace conciencia de lo que ocurre.
Eso sí que una mujer no maneje porque choca, que una mujer no sea la jefa porque tiene como prioridad a la familia, cuidado con una mujer que no se preocupa por su apariencia, cuidado con las mujeres que toman y fuman, porque es una vergüenza, cuidado con la que aborta. Hay que tener precaución si la mujer gana más que el marido o si dice palabras altisonantes, esas están locas.
No señores, criticar un video musical no nos hace héroes nacionales, indignarnos ante el feminicidio no resta cruces a los panteones de Ciudad Juárez, sentirnos avergonzados no salva vidas, abrir la boca es fácil, mover las manos y actuar . . . de momento no podemos.
Y ahora sí que comiencen los héroes de las redes sociales a compartir información, a satanizar el género regional mexicano, ahora si den rienda suelta a su lengua, lo tienen permitido. O al menos así lo entienden algunos, compartamos el video y pongamos caritas enojadas en Facebook, mentémosle la madre al cantante, aplaudamos que Pablo Lemus anuncie como retira a sus elementos policiacos por participar en el video y ¿por qué no? Vamos a ver el video otra vez, digo no vaya a ser que lo quiten antes de haberlo visto. Vamos a saborear atole con el dedo, al fin de cuentas estamos acostumbrados.