Un equipo de arqueólogos, a cargo del experto de Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA) Alberto Mena Cruz, excavó distintitos contextos prehispánicos que se localizan entre el frente del edificio (concebido por el arquitecto Juan Sordo Madaleno con José Adolfo Wiechers y Augusto H. Álvarez) y la acera de Real de Mayorazgo, en Coyoacán.
Mena Cruz menciona que el potencial de esta área es la sección sur del predio Universidad 1200, siendo aquí donde comenzó el asentamiento prehispánico de Xoco, “Lugar junto a los tejocotes”, en Coyoacán. Pese al nombre náhuatl del barrio que hace referencia a su ocupación en el periodo Posclásico Tardío (1300-1521 d.C.), el espacio tuvo un dilatado proceso que comenzó alrededor de 100 d.C., con el advenimiento del Estado teotihuacano en la época Clásica.
Los restos arquitectónicos, la tipología cerámica, piezas líticas y enterramientos que han ido registrando en los diferentes frentes de excavación, señalan que esta pequeña aldea teotihuacana tuvo su auge hace mil 700 años, entre las denominadas fases Tlamimilolpa y Xolalpan (225 - 550 d.C.).
Alberto Mena explica que en los distintos frentes se han identificado diversos contextos: desde las huellas de antiguos arroyos que se alimentaban de los ríos Churubusco y Magdalena; a las evidencias arquitectónicas de unidades habitacionales; círculos de piedra que tuvieron una función ritual o para contener el agua, y una treintena de enterramientos humanos, así como de un par de cánidos.
Por su parte, Víctor Vargas, quien es uno de los arqueólogos que también trabaja en la excavación comenta que en un par de excavaciones puede observarse la “típica” conformación de los conjuntos teotihuacanos: cuatro cuartos dispuestos en torno a un patio central.
Asimismo, plantea que a partir de los 30 entierros que han registrado, se identificó un patrón de enterramiento para la Cuenca de México en la época teotihuacana.
Con información del INAH