El diputado Sergio Mayer Bretón (Morena) sostuvo que es primordial regular el ejercicio responsable y ético en los canales de contenido y redes sociales, a fin de prevenir cualquier tipo de violencia digital o vulneración de los derechos de terceros.
“Hay que buscar un equilibrio e iniciar la estructuración de un marco jurídico que, garantizando el derecho a la libertad de expresión, promueva el ejercicio responsable y ético en los medios de comunicación, de manera relevante en los canales de contenido y redes sociales, a fin de prevenir cualquier tipo de violencia y difusión de información que pueda afectar los derechos de terceros”, enfatizó.
Por ello, al inaugurar el Parlamento Abierto “El impacto de las plataformas digitales en la sociedad mexicana”, subrayó la importancia de examinar el impacto de las nuevas tecnologías en las dinámicas sociales, económicas, educativas y políticas del país, analizando tanto las oportunidades como los desafíos que surgen de su implementación, con énfasis en la interacción de la población en las plataformas digitales y redes sociales, la aparición de los “influencers” y las aplicaciones éticas y jurídicas de estas transformaciones.
“Este ejercicio permitirá recuperar las visiones, experiencias y propuestas que permitan promover las reformas que fortalezcan el derecho a la libertad de expresión y el respeto a los derechos de terceros. Además, este ejercicio constituye una nueva forma de interacción entre la ciudadanía y el Poder Legislativo que se debe potencializar”, señaló.
Mayer Bretón refirió que el filósofo Noam Chomsky decía que existe una élite que controla la información y en lugar de ser meros transmisores de información objetiva, funcionan como herramientas de control y manipulación de las masas, mediante la selección de temas, el enfoque de las noticias y la repetición de ciertas narrativas de acuerdo a sus intereses personales.
Agregó que esta aplica en el contexto actual cuando se han multiplicado los mecanismos de acceso a la información con conglomerados mediáticos predominantes y herramientas cada vez más sofisticadas para crear y difundir una narrativa y las plataformas digitales como Facebook, Google, X, YouTube, que influyen en cómo las personas acceden a la información, promoviendo contenidos sobre otros a través de algoritmos que, en su mayoría, priorizan intereses económicos.
“Las nuevas tecnologías han modificado de manera acelerada muchas dinámicas sociales, incluso la forma en que la población se relaciona entre sí, facilitando el desarrollo de muchas actividades cotidianas, pero también afectando formas de convivencia e incluso vulnerando derechos fundamentales de las personas como la seguridad, la privacidad, la economía, la salud, la salud mental y en muchos casos, hasta la vida”.
También, agregó, han surgido nuevas formas de violencia como es el “ciberbullying”, el ciberacoso, violencia digital, violencia mediática, la invasión a la privacidad, lo que ha llevado a la actualización del Código Penal Federal para sancionar cualquier caso de violencia digital como los que considera la denominada “Ley Olimpia”.
El diputado de Morena indicó que, en un mundo ciberconectado la información o desinformación se propaga con mucha rapidez, a veces manipulando la opinión pública y generando confusión, odio hacia alguna persona o grupo social de forma velada y hasta destruyendo la reputación de una persona en un tiempo récord con las llamadas “fake news”.
Por su parte, el diputado Santiago González Soto (PT) cuestionó que no haya ningún tipo de límites, restricciones o clasificación de contenidos en las plataformas digitales como las hay, por ejemplo, en el cine. Dijo que esto genera que los infantes estén expuestos a cualquier tipo de contenidos, incluso muy lejos de su imaginación y capacidad de entendimiento.
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Anotó que las redes sociales están presentes en todo el mundo y las leyes de cada país o región son distintas, lo que genera que los marcos jurídicos estén fragmentados y esto hace a los gobiernos, a las familias y a las sociedades vulnerables, porque no se puede sancionar lo que sucede o se comente en otro país y viceversa.
En ese sentido, se pronunció por trabajar para lograr una regulación digital que permita que exista una convivencia armoniosa y sana entre lo real y lo virtual.
Redacción