Tula, Hidalgo.- La organización internacional Greenpeace México usó las instalaciones de la Central Termoeléctrica de Tula para mostrar la contaminación que se produce al generar electricidad a base de combustóleo, lo cual impide gozar del cielo, el sol y el aire puro como lo señala el punto seis del “Decálogo para salir del coronavirus y enfrentar la nueva realidad”, presentado hace unos días por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En su portal oficial, Greenpeace explicó dicha muestra fue para señalar la contradicción del primer mandatario y pedir una transición energética hacia fuentes renovables que respeten los derechos humanos, por lo que activistas de la organización proyectaron una serie de mensajes sobre las columnas de humo y vapores de las torres de la refinería y la termoeléctrica de Tula, tales como: ¿Gozar del cielo y aire puro?; Aquí inicia el cambio climático, Aquí se produce energía sucia y Sener: el combustóleo mata.
Esta manifestación se dio horas antes de que un juez concediera la suspensión definitiva al amparo presentado por Greenpeace, en estrategia conjunta con el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), en contra del acuerdo y política en generación de energía eléctrica publicadas hace unas semanas y en los que bloquean a las energías renovables.
“Con esta decisión se garantizan los derechos humanos a la salud, a un medio ambiente sano, a la sustentabilidad y a la legalidad”, explicó María Colín, especialista en Derecho Ambiental de Greenpeace México, quien consideró a este fallo como una victoria ciudadana que “restablece derechos que habían sido vulnerados por ambos instrumentos jurídicos”.
Greenpeace recordó que hace menos de año (17 de julio de 2019), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) declaró emergencia ambiental en Tula, Hidalgo, debido a que la contaminación del aire y el agua ha convertido a ese lugar en una zona prácticamente inhabitable. Situación que se agudiza aún más con esta política gubernamental de quemar combustóleo para producir energía en la zona.
Por último, explicaron que las 30 termoeléctricas que operan en México, son grandes fuentes de contaminación. El mejor ejemplo es la Termoeléctrica de Tula, que utiliza combustóleo al 80%, mismo que es un residuo de la refinación de petróleo, con más de 4% de azufre. La operación de esta termoeléctrica emite el 56% de las partículas menores a 2.5 micras (PM2.5), que tienen severos impactos a la salud de la población, además de emitir el 75% de los Óxidos de Azufre, y el 43% de los Óxidos de Nitrógeno en la Zona Metropolitana del Valle de México y Tula. Lo anterior también es causa de la lluvia ácida con afectaciones en la agricultura y se estima un impacto de 14,000 muertes prematuras anuales en Tula y en la Zona del Valle de México a causa de la operación de la termoeléctrica.
Redacción.