Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República, reconoció que de declararse inconstitucional la Ley de la Industria Eléctrica en la Suprema Corte, se corre el riesgo que una eventual reforma a la Carta magna en ese sector no sea aprobada ya que no cuenta con las dos terceras partes en la Cámara de Diputados.
Puntualizó que no se puede declarar inconstitucional dicha ley, suspendida en definitiva por jueces federales, pues sería una injusticia que paguen más los usuarios domésticos que las grandes corporaciones comerciales o empresariales como Walmart.
“Yo no podría quedarme de brazos cruzados y tendríamos que presentar una reforma a la Constitución, aún con el riesgo de que no se aprobara por no tener las dos terceras partes”, manifestó.
Declaró que si no presenta la reforma constitucional en materia de energía eléctrica se convertiría en "alcahuete" y cómplice, por lo que estará a la expectativa de que el caso se resuelva en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).