La diputada María Eugenia Hernández Pérez (Morena) afirmó que a 55 años de los lamentables hechos del 2 de octubre, cuando las fuerzas armadas dispararon en contra de estudiantes y sociedad civil, que se manifestaban en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, Ciudad de México, debe servir como un recordatorio de que en México ya no cabe la represión por parte del Estado.
“Ni perdón, ni olvido. El 2 de octubre es una fecha emblemática que no podemos olvidar. Tenemos que seguir adelante con la democratización, en todos los sentidos, en este país”, sostuvo en conferencia de prensa.
Resaltó que la democratización es una lucha que viene de antes del 68 y debe continuar.
Dijo que también fue un 2 de octubre de hace 12 años que se fundó Morena, como un programa democrático popular de la vida pública mexicana, que hoy se concretiza a través del movimiento llamado Cuarta Transformación.
Aseguró que el movimiento estudiantil de 1968 sacudió a las conciencias y cimbró el sistema político mexicano; fue un acontecimiento rebelde, crítico y festivo, que venía marcado con movimientos internacionales, y no fue un hecho aislado. “Fue uno de los movimientos sociales más poderosos y transformadores de nuestra historia”.
Hernández Pérez pidió recuperar la memoria histórica. “No debemos dejar de vincular ese pasado con nuestro presente, porque esa es una memoria que nos está ayudando a salir adelante ante estos nuevos movimientos que se están gestando. Todo el mundo que levantaba la voz en ese 1968, antes del 68 era reprimido y no pasaba absolutamente nada en México”.
Recordó que el reclamo estudiantil principal era sencillo, pero muy potente; exigían: democracia, libertades, castigo a los policías represores, renuncia de funcionarios y desaparición de los granaderos.
Sin embargo, el autoritarismo que caracterizaba al Estado mexicano hacía imposible una apertura de gobierno para dialogar con los estudiantes, en lugar de un diálogo democrático como proponían los estudiantes, el gobierno mexicano ordenó al Ejército la ocupación de Ciudad Universitaria, del Politécnico, de las demás escuelas y de las calles para reprimir las manifestaciones de apoyo al movimiento estudiantil.
No obstante, los ideales de aquellos jóvenes que se movilizaron en aquel año revolucionario se han ido materializando con el correr de los años, y “se abrió lentamente el sistema político para que la oposición luchara y llegara al poder hasta que en 2018 ganó la presidencia el movimiento político social más representativo del pueblo mexicano en la historia”, abundó.
Redacción