Miles de migrantes centroamericanos han llegado al muro divisorio entre México y Estados Unidos, donde soldados estaounidenses han sido desplegados. Han recorrido más de 4,300 km, principalmente a pie y en autostop, hasta la ciudad fronteriza Tijuana.
El éxodo tiene sus raíces en “la desesperación de la pobreza”
“Venimos saliendo de Centroamerica porque no tenemos trabajo”, dice Manuel, un migrante salvadoreño al mirar a través de la reja que lo separa de su objetivo final.
“La delincuencia hizo que abandonemos nuestras casas, nuestros terrenos”, cuenta el hombre, que asegura que el éxodo tiene sus raíces en “la desesperación de la pobreza”.
El migrante dice temer que esta desesperación produje confrontaciones ante la probabilidad de un cierre militar de la frontera. “Porque no es justo que haya gente viviendo bien y otra gente que este viviendo mal.”
“Que se pongan la mano en el pecho y nos ayuden”, pide su compañero Luis, de nacionalidad hondureña.
Entre 7 y 9 mil migrantes, solicitantes de asilo y refugiados centroamericanos divididos en cuatro grupos organizados denominados “caravanas” se han desplazado a través de México desde su ingreso al país desde el 19 de octubre de 2018.
La ONU ha expresado preocupaciones en torno a la situación de derechos humanos
Agencias de la ONU*, bajo la solicitud del gobierno de México han brindado apoyo y acompañamiento en coordinación con instituciones estatales y organizaciones de la sociedad civil para la atención de las personas migrantes en tránsito por el país.
Han expresado preocupaciones en cuanto a la vulnerabilidad de estas personas que enfrentan en su tránsito hacia los Estados Unidos riesgos asociados a la presencia del crimen organizado, enfermedades, acceso limitado a servicios básicos, trata y tráfico de personas, contrabando, entre otras. Particularmente la mujeres, embarazadas, niños, niñas, adolescentes, adultos mayores, comunidad LGTBI, y personas con requerimientos médicos especiales.
La ONU ha compartido sus preocupaciones en torno a la situación de derechos humanos ante autoridades estatales y federales, así que ante los mecanismos internacionales de derechos humanos.
Con información de: ONU