La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) realizó una inspección al corral de incubación de tortugas marinas ubicado en Playa Delfines, Zona Hotelera de Cancún, Q. Roo, tras informar que la mortandad de crías recién nacidas ocurrió por causas climáticas y biológicas de la propia especie.
Asimismo, refiere que de acuerdo a registros presentados por autoridades municipales a cargo de corral de incubación, poco más de 40 mil huevos de tortuga completaron debidamente su ciclo natural de eclosión, contra 1,513 fallecieron en dicho proceso, lo que representa un 3.5 por ciento de ese población.
En atención de una denuncia pública, constató que dicho sitio es además operado por la Dirección General de Ecología del Municipio de Benito Juárez, autorizado por la Dirección General de Vida Silvestre, para el aprovechamiento no extractivo con tortugas marinas.
La PROFEPA reveló que de acuerdo a registros municipales entre enero y octubre del presente año fueron reubicados ahí un total de 535 nidos de quelonios de distintas especies, recuperados o rescatados de toda la zona federal marítimo terrestre que conforma el área hotelera de Cancún. Y hasta el momento, 405 han eclosionado.
Como resultado de la inspección se constató que el corral de incubación tiene dimensiones de 45 metros de largo por 10 metros de ancho y 1.50 metros de alto; y está construido con postes de madera y malla-sombra. Al momento de la visita, se pudo comprobar la existencia de 130 nidos de tortuga blanca (Chelonia mydas).
Dicho campo Tortuguero está ubicado a una distancia de 28 metros de la pleamar máxima y se encontró libre de cercos metálicos o bases de concreto u otro elemento, obra o actividad que obstaculice el libre acceso de las tortugas marinas para su desove o el desplazamiento de las crías hacia el mar.
Cabe precisar que en todo el litoral de Quintana Roo se puede observar el arribo a sus playas de hembras de cuatro especies de tortuga marina, la tortuga Láud (Dermchelys coriacia), la Tortuga Blanca (Chelonia mydas), la tortuga Caguama (Caretta caretta) y la tortuga Carey (Eretmochelys imbricata).
Dichas especies están clasificadas bajo la categoría de riesgo “en peligro de extinción” por la “Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
Asimismo, forman parte de la Lista Roja de la Unión Mundial de la Conservación (IUCN, por sus siglas en inglés), la cual califica la condición de las tortugas carey y laúd en “peligro crítico de extinción”, de las tortugas caguama y la Blanca como “en peligro”.
Para su protección y regulación de los campamentos tortugueros existe la Norma Oficial Mexicana NOM-162-SEMARNAT-2012, donde se precisa “Que establece las especificaciones para la protección, recuperación y manejo de las poblaciones de las tortugas marinas en su hábitat de anidación”.
La PROFEPA, como parte de su compromiso en la inspección y vigilancia de los recursos naturales, coadyuva con las diferentes instancias del gobierno federal como la Secretaría de Marina, Policía Federal, así como con las diferentes instituciones Estatales y Municipales para proteger y conservar a estas especies de gran importancia para el ecosistema marino.
Finalmente de acuerdo a la Ley General de Vida Silvestre, su reglamento y las disposiciones de las Normas Oficiales Mexicanas, las violaciones cometidas podrán ser sancionadas con la imposición de una multa por el equivalente de 50 a 50,000 mil días de la Unidad de Medida y Actualización vigente en la Ciudad de México.
Con información de:PROFEPA
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