Se estima que en México se presentan entre cinco y seis mil casos nuevos al año de cáncer en menores de 18 años, entre los que destacan las leucemias, que representan el 50 por ciento del total; linfomas el 15%, seguido de tumores del sistema nervioso central con el 10%, afirmó el jefe del servicio de oncología pediátrica, del Hospital Juárez de México (HJM), Gabriel Peñaloza González.
Mencionó que la leucemia linfoblástica aguda es un desorden maligno en las células que producen la sangre, que afecta a los glóbulos y plaquetas. Se origina en la medula ósea y es más común en edad preescolar.
En entrevista aseguró que muchos estudios han tratado de identificar las causas del cáncer infantil, pero son muy pocos los cánceres causados por factores ambientales o relacionados con el modo de vida en los niños. Simplemente se pierde el orden de maduración y el control de crecimiento de las células, añadió.
El jefe del servicio de oncología pediátrica explicó que se puede sospechar que un menor padece leucemia si presenta fiebre persistente, sangrado sin explicación, moretones sin causa aparente, manchas rojas en la piel, crecimiento anormal de ganglios en las axilas, cansancio, pérdida del apetito y de peso.
Asimismo, el especialista puede notar bolitas en el cuello, crecimiento del hígado, bazo, testículos y dolor de cabeza persistente. Por ello, es fundamental revisar periódicamente a los niños.
Peñaloza González destacó que en el HJM en promedio se atienden alrededor de 50 nuevos casos al año. De ellos, la mitad padece leucemia, la cual tiene 80 por ciento de posibilidades de curación.
El tratamiento para esta enfermedad se basa en quimioterapia, aunque algunos pacientes son candidatos a un trasplante de médula ósea. La quimioterapia por sí sola puede ser eficaz para ciertos tipos de cáncer como las neoplasias hematológicas (leucemias y linfomas), que por lo general puede considerarse que están extendidas desde el principio.
El paciente que se somete a quimioterapia puede presentar baja en las defensas, así como anemia, sangrado, riesgo de contraer infecciones, gastritis y convulsiones. Sin embargo, aclaro que el tratamiento es fundamental para controlar la enfermedad.
Con información de Secretaría de Salud.
Imagen de Secretaría de Salud.