Hasta hace poco más de un año, en el sitio donde ahora se ubica la casa en la que desemboca el túnel por el que supuestamente escapó Joaquín “El Chapo” Guzmán, no había nada más que hierba.
Así lo afirman los vecinos de la zona, que aseguran que en el verano de 2014, apenas unos meses después de la captura del capo, el predio fue comprado y en el lugar se levantó la casa.
De acuerdo a tres personas de diferentes viviendas cercanas al lugar en el que desembocaba el túnel, las cuales hablaron con AP a condición de mantener el anonimato, narraron que una camioneta blanca iba y venía del inmueble a menudo, y que esa gente se encargó de emparejar el camino de terracería.
Una de las vecinas comentó que su hijo trabajó de albañil en la construcción de la casa, recibiendo buena paga por ello y que la vivienda se levantó en sólo tres meses. De acuerdo con la mujer, el hombre que manejaba la camioneta blanca y que pasaba a menudo frente a su casa nunca le causó buena impresión.
“Al ver pasar a los trabajadores mi hijo les preguntó si tenían chamba, le dijeron que sí y eso hizo, le pagaban bien. Eran como unas 12 personas las que construyeron la casa. Yo pensé preparar tortas para írselas a vender a los albañiles y así me sacaba algo, pero mi hijo dijo que no hacía falta”, explicó la mujer, quien dijo que siempre tuvo sospechas del lugar.
La mujer comentó que uno de los propietarios de la casa, un hombre de unos 70 años que dirigió la construcción, vendió la casa, y el nuevo dueño llevaba a sus propios trabajadores.
Añadió que el otro propietario, un hombre más joven y “gordo”, quien manejaba la camioneta blanca, solía ir con dos o tres personas que parecían trabajadores y que la semana pasada, cuando “estuvieron echando tierra al camino”, notó que uno de sus acompañantes, que viajaba en la parte trasera de la camioneta, traía “los brazos llenos de lodo”.
La casa está ubicada en la colonia Santa Juanita, en el municipio de Almoloya, a 1.5 kilómetros del penal de máxima seguridad de El Altiplano. Es una construcción con una parte que aparenta ser una vivienda de un piso y ventanas, mientras que la otra parte es más parecida a una bodega.
Otro de los vecinos contó que a los nuevos dueños no se les veía mucho, pero que sí llegó a coincidir con un hombre y una mujer muy educados, los cuales parecían ser un matrimonio.
“Un día llegaron mis vacas hasta la casa pero yo no vi nada raro”, declaró el hombre de 74 años, cuyas tierras se encuentran a un lado de la casa del túnel.
El hijo del hombre, quien trabaja en una cadena de repuestos de coche y que acompaña a su padre los fines de semana, confesó haber escuchado la llegada de un helicóptero sobre las 21:30 o 22:00 h, pero que fue hasta que se comenzaron a escuchar las sirenas de las patrullas que se sorprendió.
“No quisimos ni asomarnos”, dijo el hombre mientras cuidaba sus caballos.
Los caminos que llegan a la casa desde la que supuestamente se ideó la fuga son de terracería. Por ellos tuvieron que trasladar todos los elementos necesarios para elaborar una obra de ingeniería como la descrita por el comisionado nacional de seguridad Monte Alejandro Rubido, un túnel con tuberías de PVC al que se accedía por unas escaleras de la celda de máxima seguridad de El Chapo y que no solo contaba con iluminación, sino con una “motoneta con raíles” supuestamente utilizada para sacar la tierra.
Por esos caminos de terracería también tuvo que haber salido El Chapo, aunque nadie vio, oyó ni quiere decir nada más.
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Información de: lopezdoriga.com
Imagen de: Google y Twitter