La Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (OSIPN), bajo la dirección de Enrique Arturo Diemecke, inició la celebración por sus 50 años con el concierto inaugural de la Primera Temporada 2015, que incluyó valses y polkas, en el Auditorio Alejo Peralta del Centro Cultural Jaime Torres Bodet.
El público recibió con un fuerte aplauso al director Enrique Arturo Diemecke al entrar al escenario del auditorio y luego dirigir a la Orquesta para ejecutar el himno del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
De esa forma inició el magno concierto que fue dedicado también al clarinetista Jaime Jiménez Molina por sus 48 años en la agrupación y que anoche tuvo su última participación.
“Ustedes son un buen coro”, dijo Diemecke al referirse al público que interpretó al unísono el himno del IPN, y agregó que “ya pueden cantar en cualquier lado del mundo, por lo que ya pueden poner en el currículum que cantaron en la Unidad López Mateos con la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional”.
Explicó que el programa seleccionado para el concierto incluyó cuatro valses de autores mexicanos, porque tocar estas piezas es recorrer la historia de México, pero sobre todo de una identidad.
Posteriormente, los integrantes de la Orquesta ejecutaron los valses “Alejandra”, de Enrique Mora (1876-1913), “Vals poético”, de Felipe Villanueva (1862-1893), “Dios nunca muere”, de Macedonio Alcalá (1831-1869) y “Sobre las olas”, de Juventino Rosas (1868-1894).
Al término de la primera parte del programa, Enrique Fernández Fassnacht, director general del IPN, otorgó un reconocimiento al clarinetista Jaime Jiménez Molina por su labor como músico en la Orquesta durante 48 años.
Luego, la agrupación orquestal continuó con el programa con las obras “Voces de primavera Op. 410”, “Polka Trish Trash Op. 45” y “Valses Emperador Op. 437”, todas de Johann Strauss Jr. (1825-1899) y “Polka Pizzicato”, de Johann Strauss Jr./Josef Strauss (1827-1870).
A través de este repertorio, la Orquesta Sinfónica transportó al público a los grandes bailes y salones donde se escuchaban los valses y polkas, mediante una perfecta ejecución de los músicos en cada una de las obras.
Las tonalidades suaves del vals “Sobre las olas” y del “Vals poético”, inundaron el auditorio del IPN, pues los violines, violonchelos y flautas, entre otros instrumentos, se escuchaban de una manera sutil y armoniosa.
Con las polkas, mediante un ritmo más alegre y bailable, los músicos mostraban el virtuosismo bajo la batuta de Diemecke, al hacer gala de ese talento y experiencia que los llevó a recibir una oleada de aplausos.
Desde el momento de su creación, la agrupación dedica especial interés en colaborar en la formación integral y el acercamiento al arte a través de la música como parte de su proyecto educativo.
El primer concierto fue el 4 de abril de 1965, cuando Guillermo Massieu Helguera, entonces director general del IPN, nombró a Guillermo Orta Velázquez como su director artístico.
