El subcomandante Galeano uno de los líderes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) advirtió que el estado de Chiapas se encuentra al borde de “una guerra civil” tras acusar que el gobierno del morenista Rutilio Escandón “desestabiliza” a la entidad.
A través de un comunicado dirigido al “pueblo de México, a los pueblos del mundo, a la Sexta nacional e internacional, a la Europa de abajo y a la izquierda”, el subcomandante acusó al mandatario extraído de las filas del Movimiento de Regeneración Nacional (morena) por “reprimir con lujo de violencia a l@s normalistas rurales”, al tiempo de señalarlo por “sabotear los acuerdos tomados entre el magisterio democrático y el gobierno federal orillando a los maestros de movilizarse radicalmente para que se cumplan dichos acuerdos”.
“Las alianzas de Rutilio Escandón con el narcotráfico provocan que las comunidades originarias se vean obligadas a formar grupos de autodefensa, porque el gobierno nada hace para preservar la vida, libertad y bienes de los pobladores”
En este contexto, el EZLN acusó “que el gobierno de Chiapas no sólo solapa a las bandas de narcotraficantes, también alienta, promueve y financia a grupos paramilitares como los que atacan continuamente comunidades en Aldama y Santa Martha”.
El subcomandante también acusó “que el gobierno estatal trató de sabotear la salida de su delegación llamada La Extemporánea, que el pasado 13 de septiembre partió hacia Europa, al ordenar el secuestro de Sebastián Núñez Pérez y José Antonio Sánchez Juárez, integrantes de la Junta de Buen Gobierno de Patria Nueva, por miembros de la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (Orcao), organización paramilitar al servicio de las autoridades chiapanecas”.
Agregó que Núñez Pérez y Sánchez Juárez fueron secuestrados el 11 de septiembre por la mañana, cuando La Extemporánea se encontraba en la Ciudad de México, pero el EZLN aguardó con paciencia hasta agotar los canales posibles para la solución.
“Mientras el gobierno de Chiapas saboteaba y estorbaba la liberación, fueron organizaciones defensoras de los derechos humanos y la Iglesia católica progresista quienes valoraron con justeza lo que podría ocurrir” y apuntó: “Ante la acción y omisión de las autoridades estatales y federales frente al crimen actual y los anteriores, tomaremos las medidas pertinentes para que se aplique la justicia a los criminales de la Orcao y funcionarios que los apadrinan”.
Por último, el EZLN advirtió “para otra ocasión ya no habrá comunicado. O sea, no habrá palabras, sino hechos.
Redacción