El Grupo de Coordinación de Michoacán publicó un informe donde señala que en los incidentes ocurridos en Aquila- donde murió un menor de edad y además resultaron cinco heridos- participaron civiles armados y no miembros de las fuerzas federales.
“Cuando el convoy de elementos del Ejército y los policías antimotines avanzaban sobre la carretera, fueron agredidos con piedras y palos por parte de los civiles que también arrojaron gases lacrimógenos” apuntó el general Felipe Gurrola, quien funge como mando especial para la Seguridad de esta entidad.
“El Grupo Antimotines respondió la agresión con la activación de gases lacrimógenos y de humo, con el propósito de dispersar a los manifestantes; el caos fue aprovechado por civiles armados que se retiraron del lugar y se ocultaron entre la maleza. Cuando las fuerzas de seguridad federales y estatales continuaban su avance sobre el puente Ixtapilla, se escucharon detonaciones de arma de fuego al parecer activadas por personas escondidas entre la maleza” detalló Gurrola.
En este conflicto cinco personas que se encontraban en un restaurante cercano, resultaron heridas. De ellos, un menor de 12 años murió al recibir un balazo. En la autopsia se encontró el proyectil cuyo calibre no ha sido detallado. “Esta lesión es atípicia, puesto que la bala entró deformada, es decir, pegó en otro lado y se alojó en el rostro” señaló el General.
Otro de los heridos fue alcanzado por una bala, mientras que el resto fueron lesionados por el impacto de esquirlas.
Aunque el intercambio de fuego fue entre civiles, Gurrola reconoció que elementos del Ejército dispararon, “pero fue al aire y con el fin de disuadir la manifestación”.
El domingo 19 de julio, alrededor de las 17:00 h, policías comunitarias de Ostula, Michoacán, realizaron una balacera en Ixtapilla, supuestamente por la detención de Cemeí Verdía, líder de las autodefensas de Aquila.
