La NASA acaba de conseguir su última gran hazaña, completar el ensamblaje del James Webb, el telescopio más potente hasta ahora construido. Una vez que llegue al espacio, este dispositivo se encargará de explorar el cosmos en la banda infrarroja, desde planetas y lunas dentro de nuestro sistema solar hasta las más distantes galaxias que se conocen.
La idea de construir un nuevo y poderoso telescopio se remonta hace casi 20 años pues ya se pensaba a futuro, que dispositivo llegaría a suplir al Hubble. En 1996, los científicos publicaron un informe llamado "HST y más allá", que abordó la pregunta principal: ¿hacia dónde debería ir la astronomía? Coincidentemente, en 1995, se descubrió el primer exoplaneta junto a una estrella similar a nuestro Sol.
Evidentemente, la idea emocionó a la comunidad científica, que exhortó a la NASA a construir un telescopio que fuera adecuado para la búsqueda de exoplanetas. De ahí en adelante la historia de James Webb se empezó a escribir, la cual ha pasado por una serie de altibajos en su ya larga historia.
Después de finalizar exitosamente la conexión mecánica del espejo principal a una plataforma que incluye un parasol, los ingenieros ahora se concentran en conectar los circuitos eléctricos de estas dos partes del telescopio, después de lo cual se realizarán las pruebas finales de todos los sistemas.
"El montaje del telescopio y sus instrumentos científicos, el parasol y la nave espacial en un observatorio representa un logro increíble para todo el equipo de Webb", declaró Bill Ochs, gerente de proyectos de Webb para el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland. "Este hito simboliza los esfuerzos de miles de personas dedicadas durante más de 20 años en la NASA, la Agencia Espacial Europea, la Agencia Espacial Canadiense, Northrop Grumman y el resto de nuestros socios industriales y académicos".
Las siguientes pruebas del Webb consisten en extender por completo el intrincado parasol de cinco capas, que está pensado para mantener fríos los espejos e instrumentos científicos del telescopio al bloquear la luz infrarroja proveniente de nuestro planeta. El correcto funcionamiento de este parasol es clave para el éxito de la misión que ya ilusiona a la comunidad científica.
¿Qué observará el James Webb?
El telescopio espacial James Webb está fabricado para observaciones de infrarrojo cercano y medio en el segundo punto de Lagrange. Su espejo principal, que consta de 18 partes con un área total de 25 metros cuadrados (cinco veces el espejo del Hubble) le permitirá observar una lista larga de objetos. De esta manera, podrá resolver misterios relacionados al origen del Universo.
Desde su primera etapa, la fecha de lanzamiento del telescopio ha sido pospuesta en numerosas ocasiones debido a diversas dificultades. La última vez fue en junio de 2018, cuando resultó que después de las pruebas acústicas de la parte del telescopio que contiene el parasol, algunos de los sujetadores se cayeron. Esto hizo que el lanzamiento del observatorio al espacio fuera reprogramado para el 30 de marzo de 2021, según el sitio oficial de la NASA.