A casi cuatro años de su lanzamiento, Microsoft dejará de fabricar el Xbox One original. Las consolas de ese modelo que vendan los distribuidores no se repondrán, y su lugar será ocupado por el Xbox One S, la versión más pequeña y mejorada que salió al mercado a mediados de 2016.

La página de Microsoft en Reino Unido indica que la consola está agotada, mientras que el sitio Console Deals confirmó que será definitivo. La buena noticia es que la compañía le seguirá dando servicio técnico.

El Xbox One vio la luz el 22 de noviembre de 2013 y fue muy criticada por su elevado precio de lanzamiento (499 dólares, 100 más que el PlayStation 4, ya que venía con el Kinect 2.0). Además, siempre tenía que estar conectada a internet y no se podían prestar juegos, políticas que Microsoft cambió poco tiempo después. Asimismo, la compañía empezó a vender la consola sin el Kinect.

Esas decisiones hicieron que el Xbox One se vendiera relativamente bien, aunque no tanto como el PS4. Y con la llegada del Xbox One S a mediados de 2016, el destino del modelo original quedó sellado, pues es más rápido, poderoso y pequeño.

Actualmente, Microsoft prepara el lanzamiento del Xbox One X, la versión definitiva de su consola de última generación que pretende competir con el PlayStation 4 Pro.

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