El Cuarteto Sak Chíik se presentará el domingo 10 de febrero, en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes.

Para dar una vuelta de tuerca a la solemnidad de la música de cámara y la de concierto, el Cuarteto Sak Chíik integrado por cuatro percusionistas de la Orquesta Escuela Carlos Chávez (OECCh) exhibirá las posibilidades sonoras de tambores, marimbas, congas, bongos, xilófono y demás instrumentos que integran el set de percusiones, en concierto ecléctico, a realizarse el domingo 10 de febrero, en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes.

A decir de Andrés Filippi (26 años de edad), miembro de Sak Chíik (Cenzontle en maya), junto con Diego Hernández (21 años de edad), Alejandro Martínez (20 años de edad) y Jesús Armando Cervantes (21 años de edad) −también integrantes de la sección de percusiones de la OECCh− su búsqueda artística como grupo de cámara radica en que la gente se lleve algo más allá del concierto, es decir, que el público asistente goce de una fiesta, donde la música se viva al máximo.

En este sentido, el joven percusionista de explicó que dejarán de lado la sobriedad que implica la música clásica por un espíritu más relajado, donde cada uno de ellos mostrará sus habilidades musicales con la interpretación de un repertorio que además de tener sonidos clásicos como el de la Rapsodia húngara, de Franz Liszt, habrá otros poco usuales en los conciertos sinfónicos como el de la batería, concretamente en Sak Chíik, obra de su autoría y que estrenarán en dicha presentación.

Su inquietud como Cuarteto es explorar nuevos repertorios y combinar la música con otras disciplinas artísticas como lo hemos hecho con el resto de la OECCh en diversos proyectos donde hemos conjugado la música con la danza, la multimedia y el cine, aseveró Filippi. “Queremos que nuestra voz se escuché, expresar nuestras ideas a través de composiciones propias, así como la concepción y forma en que vivimos la música. Estos conciertos de cámara son una oportunidad invaluable para nosotros como músicos en plena formación nos brinda el pertenecer a un programa académico como la Orquesta Escuela Carlos Chávez”.

Sobre el repertorio que van a interpretar, dijo que el público disfrutará de un concierto muy ameno y divertido, con obras de compositores como Nebojsa Jovan Zivkovic (Serbia), Eckhard Kopetzki (Alemania), Geroge Gershwin, Franz Liszt (Austro-húngaro) y una de su autoría.

Le Chant du Serpent −La canción de la serpiente− de Eckhard Kopetzki, es una obra en la que se escucharán bongos, tambores y congas a maneta de ritual, donde el sonido instrumental se combinará con el de las palmas de las manos que aludirán la imagen de un enorme cuerpo de serpiente que se mueve de forma fascinante alrededor de un fuego salvaje. 

“Queremos transmitir la fuerza de las percusiones, que el público conozca otros repertorios y las posibilidades sonoras”, expresó.

Sobre la obra de Nebojsa Jovan Zivkovic, Uneven Souls (Almas desiguales) dijo que es una pieza cuyo título refleja el carácter de los eslavos de los Balcanes, sus almas libres de cualquier regla, cualquier ultimátum, que no son regidas por ningún dogma.

Y a propósito de Sak Chíik, el también percusionista de la OECCh explicó que es una obra eclética dividida en cuatro movimientos. La primera parte es clásica, en la segunda destaca un solo de batería, la tercera es un poco más introspectiva, en la cuarta se escucharán tambores africanos.

“Es la primera composición seria que tengo, me siento emocionado ya que como muchos percusionistas y músicos en general, busco explorar nuevos sonidos”, concluyó.

La cita para escuchar este concierto es el domingo 10 de febrero, a las 18 horas, en el Auditorio Blas Galindo del Cenart. Entrada libre, el acceso al público es a partir de lo seis años de edad.

Con información de Secretaría de Salud.
Imagen de Secretaría de Cultura.