La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) atendió el hallazgo de una cría de Ballena Rorcual Tropical en la Playa denominada Punta Estrella, a 25 kilometros al sur de San Felipe, Baja California, dándole destino final por medio de fondeo; no presentó huellas de que su muerte obedezca a interacción humana.
En atención a un reporte realizado por el personal del Sector Naval de San Felipe, en Baja California, respecto a la presencia del cuerpo de una cría de Ballena muerta en la Playa denominada Punta Estrella a 25 kilómetros al sur de San Felipe, se activó la Red para la Atención a Varamiento de Mamíferos Marinos en la entidad, por lo que inspectores de la PROFEPA acudieron de inmediato a verificar la información.
Personal de esta Procuraduría se constituyó en la playa conocida como Punta Estrella donde localizaron el cadáver de una cría, sin sexar, de Ballena Rorcual Tropical (Balaenoptera edeni), de 4 metros de largo, en la primera fase del proceso de descomposición: presentó hinchazón, lengua y ojos expuestos e inicios de desprendimiento de piel.
Cabe mencionar que este ejemplar es de color gris obscuro con vientre blanco-amarillento, es el segundo rorcual más pequeño, con una longitud promedio de 12 metros en su etapa de adulto, las aletas pectorales son pequeñas comparadas con el tamaño de su cuerpo, así como la aleta dorsal es prominente y tiene forma de hoz, características de un ejemplar de Rorcual Tropical.
Los especialistas en fauna silvestre efectuaron una exhaustiva observación del organismo, con la finalidad de detectar indicios sobre la causa de muerte. No se encontró marcas de redes, laceraciones o huellas relativas a que el deceso obedeciera a actividades antropogénicas (efectos, resultados o procesos que son consecuencia de acciones humanas).
Conforme lo establece el artículo 58 del Protocolo de Atención para Varamientos de Mamíferos Marinos, debido a que el suceso se presentó en una playa, colindante en una zona turística en donde se pueden presentar riesgos a la salud humana, se determinó darle disposición final, mediante fondeo en el mar, en un lugar alejado de la zona habitacional y de la influencia de las mareas, evitando así los malos olores y molestias a la población.
Ello permite, además, que los procesos naturales de degradación se realicen de forma natural.
Con información de PROFEPA.
Imagen de PROFEPA.