Las marcas de moda, como si de un grupo de señoras reunidas se tratase, se copian unas a otras, con más o menos descaro. Siempre están las más clásicas, las más revolucionarias, las que visten más sexy y las más originales, aquellas que sin estar tan pendientes de la moda, inventan su propio estilo. Cuando estas últimas –ya sean marcas o señoras– aciertan con éxito en épocas de vacas flacas, no es extraño que la versión original sea copiada con profusión por el resto.
Esto le ha ocurrido a la marca Prada, siempre a su aire, al margen de tendencias, con un estilo maximalista y curioso, alejado de la normalidad. En plena crisis, entre 2010 y 2012, mientras Gucci, Vuitton, Fendi y otras marcas sufrían la recesión, Prada –y su filial MiuMiu– crecían un 47% anualmente. En el sector, volaron cabezas y equipos directivos. Finalmente, las grandes marcas se decidieron a copiar el estilo original de Prada. Louis Vuitton comenzó a crear colecciones más surrealistas, con tejidos más gruesos y complejos de un corte «pradificado». Sus colecciones, las modelos elegidas e incluso sus campañas de publicidad se acercaron peligrosamente a las de Prada. Y fue todo un éxito para Louis Vuitton.
Hace algo más de un año, Gucci se deshizo de su presidente y su directora creativa, Frida Giannini, tras varios años de caídas en las ventas. El nuevo gestor, junto a un nuevo director creativo, Alessandro Michele, decidió «arrimarse al fuego» del estilo de Prada. Tras un primer desfile extraño, con modelos famélicas, gafas de corte años 50, y «rebequitas» de vieja de La Mancha, acertaron finalmente con sus propuestas.
Esta unificación de estilo, adoptando «el imaginario» de Prada, ha tenido consecuencias negativas para la marca milanesa gestionada por Patrizio Bertelli y Miuccia Prada, que desde el año pasado cae en picado ante la nueva competencia directa surgida. Por si fuera poco, los desfiles de esta semana pasada en Milán demostraron que el parecido entre las marcas va en aumento e incluso Fendi se ha unido al mismo estilo surrealista, intelectual y barroco de Prada.
Similitudes en los diseños
Gucci desfiló superando por primera vez a Prada en su propio estilo. Prada, para seguir diferenciándose del resto de la «manada», ha llevado a un extremo ridículo sus colecciones, creando prendas poco favorecedoras, al límite de lo poco comercial, mezclando los dibujos naif con el estilo marinero y un toque escocés. La marca de Miuccia Prada presentó colecciones con prendas gruesas de lana y tweed y Gucci hizo lo mismo. Prada desfiló con varios vestidos en tejidos llenos de pinturas naif y Gucci hizo algo tremendamente similar. Que se trate de una mera réplica permanente de Prada, de que los estudios de tendencias de Li Edelkoort han vendido a todos lo mismo o de que exista algún tipo de espionaje industrial, es algo que desconocemos.
En cualquier caso, esto es lo que se llama usurpar el posicionamiento a otra marca. Por el momento, en un entorno competitivo y difícil, Gucci ha comenzado a dar buenos resultados mientras que Prada empeora. Pero no desestimemos la agudísima intuición comercial y la creatividad del dúo Miuccia Prada y Patrizio Bertelli. A buen seguro idearán una nueva estrategia. El que ríe el último, ríe mejor.
Con información de: ABC.es
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