Ante la imposición de las cuotas del 17.5% a las importaciones del tomate mexicano por parte del gobierno de Estados Unidos, el Partido del Trabajo, llamó al gobierno de México a instaurar mesas de negociación para renovar o establecer un nuevo acuerdo de suspensión, a fin de evitar que los productores se vean afectados con la aplicación de este impuesto.

El Coordinador Nacional del PT, Alberto Anaya Gutiérrez señaló que de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, el pago de este arancel implicaría para los productores de tomate un costo anual del 350 millones de dólares, lo cual tendría un impacto negativo en el medio rural a nivel nacional.

Indicó que el Partido del Trabajo comparte la visión del presidente, Andrés Manuel López Obrador, respecto a que este tipo de medidas son parte del ambiente político-electoral que se vive en el país del norte, sin embargo, señaló que no abonan al clima de paz y de no confrontación que México ha implementado en esta administración, por lo que reiteró que no debemos sucumbir ante las presiones del presidente de los Estados Unidos. 

Anaya Gutiérrez señaló que uno de cada dos tomates que se consumen en el país del norte son de origen mexicano, por lo que “esperaríamos que el impacto que tendrían los consumidores estadounidenses en el incremento de los precios, pueda ayudar a llegar a un acuerdo en los próximos días, aunque también es momento de voltear a nuevos mercados internacionales”.

Redacción