El año bisiesto tiene su origen en el calendario juliano, llamado así porque fue inventado por el emperador romano Julio César. Este consulto a un astrónomo que le advirtió sobre el retraso del tiempo, pues el movimiento de traslación que esta sincronizado con nuestro calendario, dura 365 días y casi seis horas.
Después de dicha sugerencia, Julio César añadió un día más a cada año que fuera divisible por cuatro, sin embargo a la larga resultó ser un desfase. Ante la confusión del líder, el Papa Gregorio creó el calendario que usamos actualmente y se designó un día más a febrero (En los Estados Unidos las elecciones presidenciales sólo ocurren en estos años)
El año bisiesto solo ocurre en fechas y siglas divisibles entre cuatro y 400 respectivamente. Por ejemplo los años 800, 1600. Pero, pese a los esfuerzos, para sincronizar nuestro calendario con el ciclo del sol, el año sigue siendo 26 segundos más corto.
La Universidad John Hopkins, propuso crear un calendario donde se tuviera 364 días y sustituir los años bisiestos por una semana extra cada cinco o seis años, lo que permitiría que las festividades se celebren siempre el mismo día.
Con información de: adelamicha
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