Cuando se tiene acné y no se trata la piel de forma correcta en su momento, puede generar cicatrices en el rostro que no disminuyen con el tiempo. Aunque algunas marcas, las más oscuras, no pueden quitarse por completo, sí pueden tratarse progresivamente hasta volverse casi imperceptibles.
Si deseas terminar con esas marcas antiestéticas en tu piel, primero deberás comenzar con la exfoliación.
Las cicatrices de acné son consecuencia de un desequilibrio en las células de la piel que absorben luz; el acné las inflama, y al desinflamarse, la piel ya no vuelve a quedar uniforme. Así que el primer paso para eliminarlas es acostumbrarte a exfoliar tu piel al menos una vez por semana, durante varios meses.
Para llevarlo a cabo, recomendamos aplicar un exfoliante natural con azúcar. El azúcar raspará las células muertas eliminándolas, y el limón funcionará como blanqueador.
Para preparar un exfoliante casero puedes preparar una crema exfoliante mezclando dos cucharaditas de azúcar con una de limón; frotar con ella la piel cada dos o tres días y enjuagar con agua tibia.
Además, para complementar el tratamiento, sugerimos una mascarilla de yogur, miel y limón dos veces por semana. Esta mascarilla regenera la piel, la suaviza y la blanquea.
La preparación de dicha mascarilla es muy sencilla, sólo debes mezclar 1 cucharada de yogur natural, 2 cucharadas de leche, 2 cucharadas de miel y 1 limón exprimido hasta lograr una consistencia homogénea. Aplica la mascarilla y deja actuar 15 minutos. Enjuaga bien, y repite dos veces cada semana, hasta que notes que la piel comienza a mejorar progresivamente.
Con información de: adelamicha
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