Dependiendo en la zona del planeta donde vivas, es posible que cuando llegue el clima frío del invierno, desaparezcan los mosquitos como por arte de magia. ¿Dónde demonios se han escondido estos pequeños vampiros? ¿Migran todos a Florida? Esto es lo que sucede con los molestos insectos.
Al parecer, los mosquitos cuentan con dos tipos de estrategias para sobrevivir y hacer frente a temperaturas bajas. La primera no es muy recomendable, ya que muchos machos simplemente caen muertos. La razón no tiene nada que ver con el frío sino con su ciclo de vida. Después de aparearse en el otoño y vivir un promedio de 10 días, han alcanzado los límites de su utilidad y perecen antes de que llegue el frente frío.
Por su parte, las hembras entran en la diapausa, una especie de hibernación en la que encuentran un tronco hueco o una mancha en el suelo para enterrarse y ralentizar su metabolismo. No importa lo baja que sea la temperatura, pueden sobrevivir en este estado hasta seis meses. Por cierto, tampoco necesitan agua.
¿Y cómo lo consiguen? Para prepararse, las hembras aumentan de peso (hasta 10 veces su peso corporal normal) y esperan a que pase el invierno. Cuando el clima se calienta, emergen y se dirigen en busca de sangre para nutrir sus huevos. Y es ahí donde entramos nosotros los humanos.
Dicho todo esto, la llegada del invierno no siempre significa que perdamos de vista a los mosquitos. De hecho, el género Culex pipiens molestus ha evolucionado para reproducirse bajo tierra en el invierno sin necesidad de alimentarse. Hecho que ha supuesto que se infiltren en casas en los meses más fríos del año.
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