Kyle Feeney, un joven estadounidense, decidió hace un año que comería por lo menos un trozo de pizza diario. Y para que quedara registrado quiso fotografiarse cada semana tomando una porción y subiendo las imágenes a su cuenta de Instagram, donde su reto se hizo viral.
“Cada vez que visitaba Nueva York terminaba ingiriendo pizza tres o cuatro veces en el fin de semana. Una cosa llevó a la otra y así nació el desafío ‘pizzagram’, decía Kyle, que así lo bautizó. Pero su objetivo tenía un fin benéfico: recaudar la mayor cantidad de dinero posible para donarlo a “Autism Speaks”, la fundación más importante a nivel mundial dedicada al tratamiento del autismo.
A su primo Robert se lo diagnosticaron cuando era pequeño y desde entonces su familia ha estado apoyando esta causa.
Durante el transcurso del año, Kyle dedicó mucho tiempo y esfuerzo a lograr aportaciones, por pequeñas que fueran, poniendo en marcha numerosas actividades y proyectos. Mientras, no pasaba un día sin que dejara de comer un trozo de pizza.
Pero fue diciembre pasado, que comprobó que después de todo sólo había subido dos kilos. Sin embargo ha declarado que piensa perderlos pronto.
En su página GoFundMe se pueden ver todas las explicaciones sobre cuál era su propósito. El joven quería alcanzar los 10,000 dólares pero ha superado sus expectativas y supera ya los 12,000. Además abrió un blog para contar todas sus experiencias.
Con información de: adelamicha
Imagen de: adelamicha