En esta semana tuve el privilegio de visitar varias casas hogares de mi querida ciudad, mis amigos y yo convivimos, cantamos, reímos, soñamos , al lado de maravillosos niños y niñas sin dejar fuera del lugar a sus asistentes. Es por ello que hago alusivo ese momento tan significativo. En las visitas compartí unas palabras para con los niños. Al llegar a casa reflexioné con detenimiento cada una de las premisas que expresé , me di cuenta que dicho discurso no lo improvisó mi mente sino el corazón; Ahora bien, comparto mi sentir en estas humildes líneas.
Desafortunadamente por el avance de la mercadotecnia, los medios masivos de comunicación y los estándares sociales, nos obligan a mantener vida productiva pero 100% consumista: ya sea Navidad, año nuevo, nuestro cumpleaños, días cívicos y festivos… Siempre tenemos un motivo en el año para celebrar, todo depende de nuestra cultura, identidad y contexto social.
Oportunamente vivimos en un mundo globalizado y viral en donde la información viaja cómo “la velocidad de la luz”, no nos damos cuenta del transcurrir de los días, meses y años. Muchas veces sólo nos guiamos por el calendario cívico esperando una fecha especial para poder celebrar o consumir.
Todos sabemos las fechas relevantes que tiene el mes de abril, ya sea el día de la Tierra, el día del niño y otras fechas conmemorativas. Sin embargo, ¿por qué, publicar, hablar en nuestras redes y círculos sociales respeto por la Tierra y querer cambiar al mundo con una imagen en una computadora sólo el 22 de abril? Por qué no luchar todo los días, contribuyendo al cuidado de la imagen urbana y para reservación de los espacios públicos, limpiar nuestra comunidad, el frente de nuestra casa, sembrar y mantener nuestra flora en excelentes condiciones. Si reflexionamos no existe una fecha en específico para contribuir con diversos aspectos naturales y sociales.
Celebremos la dicha de estar vivos, las sonrisas, los triunfos y los fracasos, pues cada día es importante porque siempre hay algo nuevo que aprender. Ese mismo paradigma lo sostengo ahora con las festividades del día del niño que son aproximas a escucharse. Tengamos presente que los niños son el futuro de nuestro País, cada uno de ellos tiene algo nuevo, creativo, maravilloso que aportar a nuestra sociedad. Debemos cuidar, amar, velar por sus derechos, dejarlos construir su identidad al transcurso de sus etapas de desarrollo sensorial, físico y cognitivo, celebrar la inocencia, pureza y la alegría que son el motor en casa y en la vida de muchas personas.
Es tiempo de vivir nuestros días sin reloj y calendario en mano, haz las actividades que más te llamen la atención, sobretodo que te apasionen. No hay fecha que te obligue a expresar gratitud, cariño, admiración, responsabilidad por algo o alguien. ¡Festeja porque te encuentras vivo, y todos los días tienes 24 horas para reír, llorar, amar, y celebrar!
Mariell Díaz Zúñiga
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